Barcelona y la Diagonal: el gran reto de la nueva estación de autobuses

El transporte colectivo por carretera en Barcelona está en el centro del debate, y no es para menos. La ciudad, uno de los principales destinos turísticos y de negocios en Europa, se enfrenta a un déficit de infraestructuras para gestionar adecuadamente el creciente flujo de autobuses interurbanos, nacionales e internacionales. A pesar de la reciente licitación para la redacción del estudio y proyecto de la nueva estación de autobuses en la plaza de Espanya, el problema sigue sin estar completamente resuelto. La Diagonal se ha convertido en el gran punto débil de esta ecuación.

La Diagonal, poco antes de llegar a Francesc Macià, la opción más apta para la previsión de crecimiento del bus interurbano
La Diagonal, poco antes de llegar a Francesc Macià | Jordi Otix

Actualmente, el Departament de Territori tiene sobre la mesa tres propuestas que buscan resolver la falta de una infraestructura adecuada en esta arteria clave de la ciudad. Estas propuestas, que deberán ser discutidas con los responsables de Movilidad del consistorio, ofrecen distintas alternativas que varían en ubicación y capacidad de respuesta a la demanda actual y futura.

Un problema de flujos y accesibilidad

El gran reto en torno a la Diagonal es, sin duda, la gestión de los flujos de pasajeros y autobuses. En una ciudad como Barcelona, que recibe 180.000 viajeros diarios en transporte interurbano, es crucial evaluar cómo estas líneas ingresan a la ciudad, cuántas dársenas (espacios para estacionar) son necesarias y qué impacto tienen en la circulación urbana. Además, se debe considerar cómo estas infraestructuras pueden integrarse con el sistema de transporte público ya existente para facilitar la movilidad de los viajeros.

Sin embargo, este problema no solo concierne a las autoridades, sino también a las empresas operadoras de autobuses. Para ellas, el objetivo es claro: sus pasajeros quieren llegar lo más cerca posible del centro. Esto supone un desafío, ya que aunque es necesario descongestionar el núcleo urbano, también se debe garantizar una accesibilidad razonable para los viajeros que prefieren evitar largos desplazamientos desde las terminales.

Las propuestas sobre la mesa: Zona Universitària, Maria Cristina y Francesc Macià

El estudio preliminar realizado por Barcelona Regional (BR) contempla tres ubicaciones clave para la futura estación de autobuses en la Diagonal. Cada una con ventajas e inconvenientes, pero todas con el objetivo de mejorar la conectividad y aliviar la presión sobre las infraestructuras actuales.

TMB utiliza un sistema de telemetría para rastrear sus autobuses en Barcelona

  1. Zona Universitària: La opción más perimetral de las tres, ubicada junto a la Facultad de Empresariales y la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Este proyecto plantea dos niveles: uno con 39 dársenas y otro destinado a un aparcamiento ‘park&ride’ para 400 vehículos. Desde aquí, los viajeros podrían continuar su trayecto en metro (L3 y L9), tranvía o autobuses urbanos. Sin embargo, según las simulaciones de crecimiento, esta opción se quedaría un 30% por debajo de la capacidad necesaria en el escenario más optimista.
  2. Maria Cristina: Una ubicación más cercana al centro, frente a la sede de La Caixa en la Diagonal. Este proyecto contempla 24 dársenas, lo que resultaría insuficiente para la demanda actual, quedándose un 25% por debajo de la capacidad requerida. Aunque mejor ubicada que la propuesta anterior, este proyecto presenta desafíos de espacio que requerirían duplicar la capacidad para asumir la demanda proyectada.
  3. Francesc Macià: La opción más céntrica, situada en la Diagonal justo antes de la plaza Francesc Macià. Aunque el metro más cercano está a unos 500 metros (Hospital Clínic, L5), se espera que para cuando la estación sea una realidad, ya esté en funcionamiento el ramal de FGC que conectará las líneas del Llobregat y Anoia con las del Vallès. Esta propuesta incluye dos opciones: una planta con 34 dársenas o un diseño de dos niveles con 25 dársenas de parada y 25 de regulación cada uno. Esta última opción es la única que podría asumir el escenario más optimista de crecimiento del bus interurbano.

Un contexto de crecimiento y necesidad de infraestructura

El transporte por carretera en Barcelona sigue siendo esencial, y se espera que la demanda crezca significativamente en los próximos años. La previsión de aumento de las líneas interurbanas y nacionales, sumada a la concesión territorial que debería ser una realidad para 2028, apunta a un crecimiento sostenido del transporte por carretera. Esto, a su vez, requiere una planificación estratégica que permita descongestionar las vías de acceso a la ciudad, como la Meridiana, la Gran Via y, por supuesto, la Diagonal.

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La situación actual en Barcelona es comparada, a menudo, con la de un pequeño pueblo donde las paradas de autobuses están en plena calle. Pero la realidad es muy distinta: Barcelona gestiona 180.000 viajeros diarios, lo que la colocaría como la quinta ciudad más grande de Cataluña si fuera una urbe independiente. Las paradas masificadas en plena vía pública, como las de la avenida de Sarrià con Urgell o la ronda de la Universitat, son claros ejemplos de la necesidad urgente de infraestructuras más adecuadas.

La Diagonal es el punto crítico en esta ecuación

Barcelona se enfrenta a un desafío clave en la gestión de su transporte por carretera. La Diagonal es el punto crítico en esta ecuación, y las tres propuestas presentadas deberán ser evaluadas cuidadosamente para elegir la que mejor se adapte a las necesidades de la ciudad a largo plazo. Con un crecimiento proyectado del 50% en las líneas interurbanas, la decisión sobre la ubicación y capacidad de la nueva estación será fundamental para asegurar que Barcelona pueda gestionar de manera eficiente el transporte colectivo, reducir la entrada de coches privados a la ciudad y mejorar la calidad de vida tanto de los residentes como de los visitantes.