El pleno del Ayuntamiento de Barcelona celebrado este viernes ha marcado un hito al aprobar de forma definitiva la nueva Tasa de Terrazas.
La medida cuenta con el respaldo de los partidos PSC, Junts, PP y Vox, mientras que BComú y ERC votaron en contra. La aprobación de esta tasa implica la eliminación de la bonificación del 75% que se aplicó durante la pandemia.
La nueva normativa, que modifica la ordenanza fiscal vigente, propone cambios significativos en la manera en que se gravan las terrazas en la Ciudad Condal.
Uno de los cambios más destacados es la eliminación de la bonificación del 75%, que estuvo en vigor entre 2020 y 2023 como medida excepcional durante la crisis de la COVID-19.
Además, se introduce un escalado progresivo en la tasa, basado en el número de mesas de la terraza. Este escalado busca que los establecimientos con más mesas y sillas, que ocupan más espacio público, paguen una tarifa más alta.
La propuesta inicial del gobierno municipal contemplaba un tramo por cada cuatro mesas, pero tras negociaciones con el Gremi de Restauració y posteriormente con Junts, se acordó que los tramos se establecieran cada cinco mesas. El coeficiente aplicado comienza en 0,30 y aumenta progresivamente hasta alcanzar 0,80.
Cambios significativos en la Tasa de Terrazas
La nueva tasa representa una reducción significativa en el esfuerzo impositivo del sector de la restauración. Se estima que, con la eliminación de la bonificación del 75%, la recaudación anual de la tasa se duplicará, pasando de poco más de 2 millones de euros a 4 millones de euros.
Esta medida busca equilibrar las necesidades económicas del sector con el impacto de la pandemia en la recaudación.
Por su parte, el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ha defendido la nueva tasa como fiscalmente rigurosa, argumentando que ya no existe una situación excepcional que justifique mantener la bonificación del 75%.
Por otro lado, Ramon Tremosa de Junts considera que la tasa aprobada mejora la propuesta inicial del gobierno municipal.
En cambio, la concejal de BComú, Janet Sanz, ha expresado que la nueva tasa no representa un buen acuerdo para la ciudad y ha instado a buscar acuerdos que garanticen el equilibrio y la convivencia entre los sectores afectados.
Por su parte, el concejal de ERC, Jordi Castellana, ha señalado que el verdadero problema en el sector de la restauración son los alquileres y no la tasa.
La aprobación definitiva de la modificación de la ordenanza fiscal permite que la nueva tasa de terrazas entre en vigor con efectos retroactivos desde el 1 de enero de 2024.
Una vez que se publique el acuerdo en el Boletín Oficial de la Provincia, se espera que los cambios se implementen rápidamente, marcando así un nuevo capítulo en la regulación de las terrazas en Barcelona.