El dulce aroma del Panetone ha impregnado Barcelona durante las últimas décadas, convirtiéndose en una tradición navideña que ha cautivado los corazones de la ciudad.
Este idilio comenzó hace casi cincuenta años cuando Jordi y Oriol Madern, los hermanos detrás de la icónica pastelería Foix, descubrieron este delicioso manjar italiano y decidieron traerlo a las calles de Barcelona.
Desde entonces, el Panetone ha experimentado un ascenso en la capital catalana. En la actualidad, la mayoría de las pastelerías de Barcelona se enorgullecen de elaborar este dulce navideño de forma artesanal marcando así una tendencia.
La historia de amor de la pastelería Foix con el Panetone tiene sus raíces en la década de 1970, cuando Jordi Madern, inspirado por un viaje a Italia, decidió introducir este bollo artesano en su repertorio.
Aunque al principio reconocieron que no era perfecto, la gente apreciaba la novedad y lo compraba. Para perfeccionar su creación, los hermanos Madern viajaron a la escuela de pastelería de Lyon y buscaron la guía del maestro del panettone Rolando Morandin, que se convirtió en su principal consejero.
Después de años de dedicación y perfeccionamiento, Oriol Madern, jefe de pastelería de la Foix, es considerado uno de los mayores expertos en Panetones en Cataluña. Ahora, Joe Moretones lleva la batuta en la elaboración de estas delicias, continuando la tradición iniciada en 1977.
50 años de historia del Panetone
A lo largo de los años, la oferta de Panetones en Barcelona se ha diversificado. La Foix ofrece una variedad que incluye el clásico de naranja, limón, cidro y pasas, así como opciones innovadoras como Panetones de chocolate, gianduja de avellana o marrón glacé.
La última incorporación a la lista de exquisiteces es el Panetone con frutas confitadas artesanalmente de los frutales de la familia Madern, que incluyen naranjas, limones e incluso el yuzu japonés.
La fiebre del Panetone ha contagiado a numerosas pastelerías de Barcelona. Desde nombres históricos como Carrió, Baixas, Canal o Mas hasta los más modernos como Cloudstreet, Panes Creativos, L’Atelier, Hofmann y La Pastisseria, los pasteleros han abrazado la tendencia, ofreciendo sus propias versiones artesanales que compiten en calidad y sabor.
El auge del Panetone en Barcelona no es solo una moda pasajera; es un fenómeno arraigado en la cultura de la ciudad. El Gremio de Pastelería de Barcelona estima que las ventas de Panetones se han multiplicado por diez desde 2014, reflejando la devoción que la población local ha desarrollado por este delicioso manjar navideño.
Barcelona y el Panetone
La popularidad del Panetone se debe a su versatilidad. Este dulce se puede disfrutar en cualquier momento del día, es perfecto para compartir, se presenta como un regalo ideal, tiene una larga duración y, sobre todo, su elaboración artesanal es un espectáculo por sí misma.