El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado una nueva medida de gobierno dirigida a mejorar el bienestar digital de los niños, niñas y jóvenes en relación con el uso de las tecnologías.
Con un presupuesto de 6 millones de euros y un plan que abarca 51 acciones, esta iniciativa busca prevenir el acceso prematuro y excesivo a las pantallas, así como combatir las adicciones y proteger a los jóvenes de contenidos inadecuados y conductas de riesgo.
Las estadísticas revelan que un alto porcentaje de menores en la ciudad tienen acceso a dispositivos móviles con conexión a Internet desde una edad temprana. Por ejemplo, el 47% de los niños de entre 10 y 11 años posee un teléfono móvil propio, y de estos, el 42% no tiene restricciones en cuanto al tiempo de uso.
Los datos muestran que el tiempo dedicado a las pantallas por parte de los niños y adolescentes es preocupantemente alto, con un promedio de 4 horas al día entre semana y 5,4 horas los fines de semana.
Además, un alto porcentaje de jóvenes no tiene ningún límite de tiempo para el uso del móvil, lo que indica la necesidad de intervenciones efectivas para promover un equilibrio saludable entre la tecnología y otras actividades.
Además, el 75% de ellos encuentra difícil dejar de utilizar sus dispositivos. Estas cifras, junto con la creciente preocupación por los efectos negativos del uso excesivo de la tecnología en la salud física y mental de los jóvenes, han motivado la implementación de esta medida.
En busca del bienestar digital de los niños y adolescentes
El plan de acciones incluye diversas iniciativas que se desarrollarán en los próximos cuatro años.
Entre las medidas destacadas se encuentra la creación de la figura del referente de educación digital comunitario y educativo, quienes actuarán como mediadores digitales en diferentes espacios municipales para orientar a niños, jóvenes y familias en el uso responsable de la tecnología.
También se llevarán a cabo talleres preventivos sobre seguridad en el uso de dispositivos, se reforzarán los programas de ocio saludable y se promoverán espacios libres de móviles en equipamientos municipales como bibliotecas y centros cívicos.
Es importante destacar que esta medida no solo busca limitar el tiempo de exposición de los niños a las pantallas, sino también educarlos sobre el uso responsable de la tecnología y protegerlos de los riesgos asociados, como el ciberacoso y el acceso a contenidos inapropiados.
Además, se pretende involucrar a las familias y sensibilizar a la comunidad en general sobre la importancia de este tema.
El Ayuntamiento de Barcelona ha reconocido la necesidad de abordar este problema como una cuestión de salud pública, y esta medida representa un paso importante hacia la creación de un entorno digital más seguro y saludable para los niños y adolescentes de la ciudad.