Barcelona le sigue apostando a la sostenibilidad y a la movilidad urbana. Por ello, da un nuevo paso hacia un futuro más ecológico con la construcción de un carril bici directo a la playa.
El Passeig Joan de Borbó, una transitada arteria que conecta Laietana con la playa y que experimenta aglomeraciones, especialmente durante el verano, se transformará en un espacio más amigable para ciclistas y peatones.
Las mejoras en la infraestructura ciclable de Barcelona son evidentes para quienes han vivido en la ciudad durante años.
Desde el Paseo San Juan hasta otras calles, los carriles bici y las zonas verdes han cambiado la dinámica del tráfico y fomentado el uso de vehículos no contaminantes. Sin embargo, aún hay desafíos, y el Passeig Joan de Borbó es uno de esos puntos críticos.
Se proyecta que el carril bici directo a la playa esté en verano
Este verano se prevé que la experiencia de ir a la playa en bicicleta sea más segura y placentera, ya que se ha iniciado la construcción del nuevo carril bici en el Passeig Joan de Borbó. El tramo que abarcará va desde las calles de Ginebra hasta del Escar, conectando la parada de metro de la Barceloneta con el mar.
La construcción de este carril bici, que durará aproximadamente cinco meses, busca integrar de manera armoniosa esta nueva vía para ciclistas en la infraestructura existente.
Tendrá un doble sentido de circulación y estará adosado a la acera costera, con un ancho total de 3,5 metros, incluyendo una franja adicional de 0,5 metros destinada a las piezas separadoras.
Esta adición no solo mejorará la movilidad de los ciclistas, sino que también contribuirá a la seguridad peatonal y fomentará un entorno más sostenible.
La estructura contará con semaforización y señalización específica, y coexistirá con dos paradas de autobús con plataforma. En estas áreas, se establecerá la prioridad de paso para los peatones durante la entrada y salida de los autobuses.
Otros proyectos para beneficio de los peatones
Además del carril bici, el proyecto incluye mejoras en los pasos de peatones, la sustitución de semáforos, ajustes en la red de sumideros, la reubicación de un punto de recarga para motos eléctricas y una nueva columna de alumbrado.
Estas adiciones y modificaciones no solo beneficiarán a los ciclistas, sino que mejorarán la experiencia general de quienes transitan por esta concurrida vía.
Este carril bici se suma a la creciente red ciclable de Barcelona y prepara el terreno para futuras conexiones. La visión es que, eventualmente, se pueda conectar la zona costera con el centro a través de los futuros carriles bici de Via Laietana y del Passeig de Picasso.
Con cada nueva adición, Barcelona avanza hacia un futuro más verde y sostenible, consolidandose como ciudad líder en movilidad urbana.