Barcelona se prepara para rendir homenaje a uno de sus íconos más queridos: Copito de Nieve, el gorila albino que cautivó a generaciones de visitantes en el Zoo de Barcelona.
Después de dos décadas desde su fallecimiento, el Ayuntamiento de Barcelona ha tomado la decisión unánime de dedicar una calle y erigir una estatua en memoria de este singular primate.
El legado de Copito de Nieve
Copito de Nieve se convirtió en una figura icónica de Barcelona durante sus 36 años de residencia en el Zoo de Barcelona. Su pelaje blanco como la nieve, resultado de una condición genética de albinismo, lo hizo único en el mundo y le valió el cariño y la admiración de los visitantes.
Llegó a Barcelona en 1966, capturado en Guinea Ecuatorial por cazadores y posteriormente vendido al profesor Jordi Sabater Pi.
Durante su tiempo en el zoo, Copito de Nieve no solo fue una atracción, sino también un embajador de la fauna y la importancia de preservar las especies en peligro de extinción. Su historia trascendió las fronteras de la ciudad, convirtiéndolo en un símbolo no solo de Barcelona, sino también de la conservación de la biodiversidad.
El homenaje municipal
La propuesta de rendir homenaje a Copito de Nieve surgió a raíz de una petición presentada por el Partido Popular, respaldada por más de 10,000 firmas de ciudadanos que expresaron su deseo de conmemorar la memoria del gorila albino.
El pleno del Ayuntamiento ha respaldado esta iniciativa de manera unánime, reconociendo la importancia de Copito de Nieve en la memoria colectiva y sentimental de la ciudad.
Aunque la decisión de dedicar una calle al gorila albino ya ha sido tomada, queda por determinar el emplazamiento exacto.
La propuesta será llevada ante la Ponencia del Nomenclátor, una comisión compuesta por miembros del ejecutivo municipal y profesionales, que tendrá la responsabilidad de decidir el lugar adecuado para esta calle conmemorativa.
Estatua en memoria de Copito de Nieve
Además de la calle conmemorativa, Barcelona también honrará a Copito de Nieve con la instalación de una estatua en su memoria. Este monumento se convertirá en otro punto de encuentro para aquellos que deseen recordar y celebrar la vida de este gorila albino que dejó una huella imborrable en la ciudad.
El concejal de Cultura de Barcelona, Xavier Marcé, ha señalado que una de las ubicaciones potenciales para la estatua podría ser el propio zoo, donde Copito de Nieve pasó la mayor parte de su vida. Esta decisión y la elección de la calle, será clave para preservar y compartir la historia de este emblemático habitante de Barcelona.
La dedicación de una calle y la instalación de una estatua mantendrá viva la memoria de este gorial albino recordando la preservación de la vida silvestre y la biodiversidad.