En un contexto de emergencia por sequía en Cataluña, la Basílica de Santa María del Pi ha tomado la iniciativa de organizar una serie de misas diarias del 1 al 9 de marzo de 2024, así como una procesión final por las calles de Ciutat Vella, con el objetivo de rogar por la lluvia.
La tradición de las rogativas, que se remonta a siglos atrás, tiene como propósito principal pedir protección para la fertilidad de los campos, implorando la llegada de las tan necesarias precipitaciones.
En esta ocasión, la Basílica del Pi se une a esta antigua práctica religiosa, ofreciendo dos misas rogativas diarias: una a las 18:45 h en la capilla de Sant Miquel y otra a las 19:00 h en la capilla de la Puríssima Sang.
Misas y procesiones de la Basílica del Pi para que llueva
Estas plegarias, que se llevan a cabo en momentos de crisis climática, tienen su origen en antiguas celebraciones romanas en honor al Dios Robigo, destinadas a proteger los cultivos de enfermedades y garantizar una buena cosecha.
Con el paso del tiempo, estas celebraciones se integraron en la tradición católica, convirtiéndose en rogativas dirigidas a santos como San Marcos, con la esperanza de obtener la lluvia necesaria para el bienestar de cultivos, vegetación, los habitantes de la tierra y los suelos.
En el caso de Cataluña, las rogativas han sido practicadas durante siglos, con registros que datan incluso del siglo XVI, cuando se celebraban para mitigar los efectos de las sequías o inundaciones. Hoy en día, en pleno siglo XXI, la Basílica del Pi retoma esta antigua tradición en respuesta a la emergencia por sequía que afecta a la región.
Novena hasta el 9 de marzo
La novena de rogativas culminará el sábado 9 de marzo de 2024 con una procesión por las calles de Ciutat Vella, en la que se llevará la imagen del Sant Crist de la Sang.
El recorrido partirá de la calle Cardenal Casañans, pasando por la Rambla y la calle Hospital, hasta llegar a la plaza del Pedró, donde se realizará una oración rogativa.
Este evento, que cuenta con la participación del Consejo General de Hermandades y Cofradías del Arzobispado de Barcelona, representa un acto de fe y esperanza en la búsqueda de soluciones para enfrentar la sequía.
La Basílica de Santa María del Pi se une a la larga tradición de las rogativas por la lluvia, organizando misas diarias y una procesión en un esfuerzo por mitigar los efectos de la sequía en Cataluña.
En momentos de crisis climática, la fe y la solidaridad comunitaria son manifestaciones de solidaridad y unión para clamar porque el agua llegue de nuevo a la región y se pueda enfrentar con acierto la emergencia por sequía en Cataluña.