Nos trasladamos hasta la calle Peritxol de la Ciudad Condal en busca de un rincón con mucho encanto: Beardsley.
Ya la propia calle Peritxol es una calle llena de encanto; y en ella permanece, desde hace muchos años, una tienda muy especial, Beardley. Un rincón que enamora a cualquier amante de la decoración. Conserva la esencia del pasado y lleva impreso cierto aire nostálgico… Hacer una visita por la tienda conlleva tener que reprimir el deseo de tocar todas y cada una de las maravillas decorativas que hay en la tienda.
Beardsley abrió sus puertas en la calle Peritxol en el año 1890. Antes, fue un baile-taxi, donde los señores adquirían tickets que les permitían bailar con señoritas. Al parecer eso del baile-taxi no terminó de cuajar y tras su cierre se instaló en el local la Pastisseria Mallorquina, que aún hoy en día existe, pero en otro lugar. Y cuando se trasladó, abrió sus puertas Beardsley.
La tienda cuenta con dos plantas repletas de objetos decorativos de tamaño medio y pequeño… Objetos encantadores y con cierto aire british que le dan a la tienda un aire nostálgico, pero a la vez muy acogedor.
Si eres un/a amante de la decoración y el interiorismo, una visita a esta tienda es -casi- obligatoria. Y es que no se trata de una tienda de decoración más, se trata de una tienda con mucho encanto y mucha historia tras sus paredes…
Se encuentra en la calle Peritxol, 12.
