Cataluña se enfrenta a un estado de emergencia debido a la prolongada sequía que ha afectado a la región durante los últimos 30 meses.
La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha tomado medidas sin precedentes al declarar el estado de emergencia por sequía en 24 municipios, que se verán afectados por restricciones en el consumo de agua.
Esta es la primera vez que la región toma tal decisión para hacer frente a la falta de recursos hídricos.
Los municipios afectados son 22 localidades que dependen del acuífero Fluvià-Muga en la comarca de Alt Empordà, Girona y dos localidades que se abastecen del pantano de Riudecanyes en Baix Camp, Tarragona. En conjunto, estas comunidades suman una población de 26.000 habitantes.
Estado de emergencia por sequía
La situación es alarmante, ya que los niveles de las cuencas interiores han alcanzado mínimos históricos y los embalses siguen reduciendo su capacidad por las altas temperaturas. Durante siete semanas consecutivas, los embalses han experimentado un descenso preocupante.
Ante esta situación crítica, la administración catalana ha establecido una limitación de consumo global de 200 litros por habitante y día.
Sin embargo, es importante aclarar que esta restricción se aplicará solo a los servicios municipales y no afectará directamente el consumo de agua potable en los hogares en esta etapa inicial.
En futuras fases, si la situación empeora, podrían considerarse otras medidas, como reducir la presión del agua, antes de optar por restricciones más estrictas.
La ACA ha hecho hincapié en la importancia de un uso responsable del agua y ha recordado que la cifra ideal de consumo es de 90 litros por persona y día.
La restricción también afectará a los usos agrícolas e industriales en algunas zonas, con una reducción del 80% y 25%, respectivamente.
Asimismo, se mantendrá la prohibición de llenar o rellenar piscinas y regar jardines públicos y privados, con excepción de los árboles de especial protección.
Medidas y desafíos frente a la escasez de agua
El reto de la escasez de agua en Cataluña no es nuevo, pero la duración y gravedad de esta sequía han llevado a la toma de medidas más drásticas.
Por ejemplo, se espera que las obras de la Sagrada Familia de Barcelona finalicen en 2026, pero las restricciones de agua muestran la urgencia de encontrar soluciones sostenibles para enfrentar la crisis actual.
La ACA ha recomendado que los municipios que dependen del embalse de Siurana, en el Priorat, adopten medidas similares a los municipios que se abastecen del pantano de Riudecanyes, aunque la ACA no tiene autoridad para imponer restricciones en Siurana debido a que forma parte de la cuenca del Ebro, bajo la competencia de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
La ACA se reunirá con los representantes de los 24 municipios afectados para brindar apoyo y trabajar conjuntamente para cumplir con las restricciones.