Cataluña lidera en gasto público tres veces más que Madrid por habitante, según señala la última liquidación de los presupuestos autonómicos del Ministerio de Hacienda. Los datos actuales acerca del gasto e ingresos per cápita, son contribuciones de solidaridad interterritorial. Además de la necesidad de una reforma del modelo de financiación, lo que es notorio es la complejidad de los retos y la situación que enfrentan regiones como Cataluña y Madrid.
Distribución de los recursos en las distintas comunidades autónomas
Es un indicador fundamental para comprender cómo se distribuyen los recursos en las distintas comunidades autónomas. Esto significa que Cataluña tiene un gasto público per cápita de 3.730,22 euros, esto representa un gasto superior al de Madrid, que se ubica en 2.933, 28 euros. También está por encima con 3.332,22 euros de la Comunidad Valenciana.
Esto se observa a través de los presupuestos totales propuestos, como Cataluña, que cuenta con un presupuesto de 43.600 millones de euros, y Madrid, con 27.558 millones de euros.
En cuanto a los ingresos per cápita, Madrid está por encima ligeramente a Cataluña, con 3.679 euros en relación a los 3.453 euros de Cataluña. La diferencia en gastos e ingresos plantea preguntas acerca de la equidad y eficiencia en la distribución de la gestión y recursos financieros de cada comunidad.
Cataluña lidera en gasto público: aportaciones al respaldo interterritorial
Las aportaciones al respaldo interterritorial descubren otra capa de la confusión financiera. Asimismo, Madrid ayuda de forma significativa más que Cataluña, que son 4.500 millones de euros a los fondos de Suficiencia y de Garantía, y una contribución total al Estado de 5.177 millones de euros.
En comparación, Cataluña entregó 1.697 millones de euros al fondo de Garantía. También recibió 732 millones de euros del fondo de Suficiencia, con un aporte neto al Estado de 146 millones de euros.
Actualización del modelo de financiación autonómica
El modelo de financiación autonómica tuvo una última actualización data de 2009 y venció en 2014, el cual ha declinado desde hace una década. Este cambio de estado ha intensificado discusiones acerca de la necesidad de una innovación que mejore las disparidades fiscales y las necesidades de las regiones.
Dentro de las regiones más prósperas, como Cataluña, Valencia, Madrid y Baleares, tienen saldos fiscales negativos. Esto alimenta las reivindicaciones de movimientos independientes que buscan disminuir el déficit fiscal por medio de una negociación directa con el Estado semejante al modelo del País Vasco.
Este debate en Cataluña acerca de la financiación autonómica se ha aumentado en el contexto de estas negociaciones con la finalidad de formar gobierno en la Generalitat. Pere Aragonés, como presidente de la Generalitat y candidato a la reelección argumentó que Cataluña desafía una ausencia de recursos económicos.
Es una demostración que es parte de la narrativa más extensa del secesionismo catalán, que resalta supuestas injusticias económicas como testimonio para la independencia.