Casa Leopoldo, un restaurante que durante casi un siglo ha sido un referente en la escena gastronómica de Barcelona, ha cerrado sus puertas una vez más. Este cierre marca el fin de una era en la que el restaurante fue el lugar de encuentro de reconocidos escritores barceloneses como Manuel Vázquez Montalbán, Eduardo Mendoza y Juan Marsé. A medida que el restaurante cierra sus puertas, el vecindario apunta a la «degradación» del Raval como la causa de su desaparición.
El Proyecto Chino que Terminó en Fracaso
En un intento por revivir este icónico establecimiento, un grupo de inversores chinos se hizo cargo de Casa Leopoldo en 2022, tras los desafíos económicos causados por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, este proyecto se ha convertido en un rotundo fracaso, lo que ha llevado al cierre definitivo del restaurante situado en el número 24 de la calle Sant Rafael, en el corazón del Raval.
La Degradación del Barrio: Una Causa Controvertida
El cierre de Casa Leopoldo ha suscitado debates sobre las razones detrás de su fracaso. Algunos competidores de la zona argumentan que los empresarios chinos intentaron resucitar el restaurante ofreciendo menús asequibles a 12,5 euros, pero que esto no fue suficiente para atraer a una clientela estable. Se ha mencionado la «degradación» del barrio como uno de los factores determinantes en este desenlace.
Un Cierre que Marca una Tendencia
Este no es el primer cierre que experimenta Casa Leopoldo en su larga historia. El restaurante, que abrió sus puertas por primera vez en 1929 en una ubicación diferente y se mudó a la calle Sant Rafael en 1936, cerró por primera vez en 2015 bajo la gestión de la familia Gil, marcando un punto de inflexión en su legado culinario.
El Resurgimiento y Caída en la Era Moderna
En 2017, los chefs Romain Fornell y Òscar Manresa, junto con Rafa Peña, intentaron revivir Casa Leopoldo, pero la pandemia de COVID-19 devastó la industria de la restauración y la iniciativa de convertir el restaurante en una cocina social solo duró unos meses antes de cerrar definitivamente.
El Legado que se Pierde
El cierre de Casa Leopoldo no solo es una pérdida para la escena gastronómica de Barcelona, sino que también afecta su patrimonio cultural. Con su mobiliario clásico y las imágenes de toreros adornando sus paredes, Casa Leopoldo estaba registrado como un comercio emblemático de la ciudad.
Una Ola de Cambios en Barcelona
El cierre de Casa Leopoldo se suma a una serie de cierres de establecimientos históricos en Barcelona, como la tapicera Gancedo y La Casa de les Sabatilles. La ciudad también ha visto desaparecer otros lugares icónicos, como Can Lluís, aunque algunos han logrado renacer bajo nuevos nombres y gestiones, como Senyor Parellada, ahora conocido como Carmina.
Un Llamado a la Protección del Patrimonio y la Tradición
En medio de estas pérdidas, Alberto Mejías, fundador de Emblemàtics Barcelona, ha instado a la implementación de «políticas de ayuda al comercio con historia» y programas destinados a preservar oficios tradicionales y garantizar el relevo generacional. El cierre de Casa Leopoldo subraya la importancia de proteger y preservar los lugares emblemáticos que dan forma a la identidad y la memoria de una ciudad en constante evolución.