El lunes 21 de octubre, el Ayuntamiento de Barcelona dará inicio a una obra que lleva tiempo esperándose en Sarrià-Sant Gervasi: la construcción de una nueva comisaría para la Guardia Urbana. Esta iniciativa busca modernizar y ampliar las instalaciones policiales en el distrito, un paso necesario para ofrecer un mejor servicio a los vecinos y adaptarse a las nuevas necesidades de la ciudad.
Un proyecto ambicioso en el corazón de Sarrià-Sant Gervasi
El actual edificio de la Guardia Urbana en este distrito está ubicado en la finca de Can Ponsic desde 1988, un espacio que, aunque histórico, ha demostrado ser insuficiente para las demandas de un cuerpo policial en constante crecimiento. El nuevo proyecto, que se desarrollará en la misma avenida, más exactamente en el número 103-109 de J.V. Foix, supone una transformación total.
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Las nuevas instalaciones ocuparán 4.828 m² distribuidos en seis plantas, de las cuales dos estarán en el sótano. Esto representa un salto significativo en comparación con los 1.239 m² de la antigua sede. No es solo una cuestión de espacio, sino también de funcionalidad. El diseño del nuevo edificio busca integrarse de forma armónica en el entorno urbano de Sarrià-Sant Gervasi, respetando la arquitectura local y añadiendo un toque de modernidad.
Una inversión de casi 20 millones de euros
El proyecto cuenta con una inversión de 19,9 millones de euros por parte del Ayuntamiento de Barcelona. Esta cifra refleja no solo la magnitud de la obra, sino también la importancia que la administración local otorga a la mejora de los servicios públicos. Las autoridades municipales han destacado que, además de proporcionar un espacio más adecuado para los 140 agentes que actualmente trabajan en la zona, la nueva comisaría también acogerá a nuevos agentes que se incorporarán al cuerpo en los próximos años.
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Este movimiento no solo responde a las necesidades de los ciudadanos, sino también a la creciente demanda de seguridad y proximidad en el distrito. La seguridad urbana es una prioridad, y con este nuevo centro, se busca ofrecer un servicio más eficiente y cercano a los residentes.
Adiós a Can Ponsic, una finca histórica
Desde 1988, la Guardia Urbana de Sarrià-Sant Gervasi ha operado desde la finca de Can Ponsic, un lugar que tiene un valor histórico indudable. Este edificio no solo alberga la comisaría, sino que también comparte espacio con la Escuela Municipal de Música de Can Ponsic. Sin embargo, el paso de los años ha evidenciado que la infraestructura no cumple con los estándares actuales.
Can Ponsic es un edificio catalogado como bien cultural de interés local (BCIL) y es un claro ejemplo de la arquitectura neomedieval de la ciudad. El edificio se destaca por sus dos torres cuadradas, su imponente estructura y su capilla adosada. Aunque la comisaría cambiará de ubicación, el futuro de este espacio aún está por definirse. La intención es que siga cumpliendo un papel cultural relevante dentro del distrito, aunque ahora con un enfoque diferente.
¿Qué esperar de la nueva comisaría?
El futuro edificio de la Guardia Urbana en Sarrià-Sant Gervasi está diseñado para mejorar la operatividad y eficiencia del cuerpo policial. Además de contar con un espacio mucho más amplio, se espera que sea una estructura más sostenible y adaptada a las necesidades modernas. Con seis plantas y más de 3.800 m² de superficie útil, la nueva comisaría promete ser un centro neurálgico para la seguridad del distrito.
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Al estar ubicado en la misma avenida, pero más cerca de la ronda de Dalt y la rotonda de Can Caralleu, la accesibilidad será una ventaja importante tanto para los agentes como para los ciudadanos que necesiten realizar trámites o solicitar asistencia.
Un impacto positivo para los vecinos
Los vecinos de Sarrià-Sant Gervasi pueden esperar varias mejoras gracias a este proyecto. En primer lugar, la presencia de una comisaría más moderna y grande permitirá una mayor capacidad de respuesta ante emergencias. Además, al estar ubicada cerca de la ronda de Dalt, la nueva sede facilitará la llegada y salida rápida de los agentes en caso de incidentes en otras áreas del distrito.
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Pero no solo se trata de seguridad. Las obras de la nueva comisaría también suponen un impacto positivo en la actividad económica de la zona, ya que generarán empleo y movimiento durante los próximos 25 meses. Es importante destacar que la inversión de casi 20 millones de euros no solo beneficiará a la policía, sino también a los residentes, quienes podrán disfrutar de un servicio más eficiente y cercano.
El cronograma de las obras
Según el comunicado oficial del Ayuntamiento, las obras comenzarán el lunes 21 de octubre y se espera que duren unos 25 meses. Esto significa que la nueva comisaría debería estar lista para noviembre de 2026. Aunque es un plazo largo, el resultado será una infraestructura completamente nueva que mejorará tanto la seguridad como la convivencia en el barrio.
Durante este tiempo, la actual comisaría en Can Ponsic seguirá en funcionamiento, asegurando que el servicio a los ciudadanos no se vea interrumpido. Una vez finalizadas las obras, se realizará el traslado definitivo a las nuevas instalaciones.
Un proyecto con visión de futuro
El desarrollo de la nueva Unidad Territorial de la Guardia Urbana en Sarrià-Sant Gervasi no es solo una necesidad presente, sino también una apuesta por el futuro. La Guardia Urbana de Barcelona sigue creciendo y adaptándose a los nuevos desafíos que plantea la ciudad. La incorporación de nuevos agentes en los próximos años será clave para asegurar que Barcelona siga siendo una ciudad segura y bien gestionada.
Además, la creación de esta nueva comisaría en uno de los distritos más emblemáticos de la ciudad es un recordatorio de que, aunque los tiempos cambian, la seguridad y la proximidad a los ciudadanos siguen siendo pilares fundamentales para el Ayuntamiento de Barcelona.
Un espacio amplio y una ubicación estratégica
La construcción de la nueva comisaría en Sarrià-Sant Gervasi marca un hito en la evolución del servicio de la Guardia Urbana en Barcelona. Con una inversión millonaria, un espacio amplio y una ubicación estratégica, este proyecto responde tanto a las necesidades del presente como a las del futuro. Los vecinos del distrito pueden esperar mejoras notables en la seguridad y la calidad de vida, mientras que el Ayuntamiento sigue apostando por la modernización de sus infraestructuras.