La campaña de domingos comerciales en Barcelona ha llegado a su fin, dejando tras de sí una mezcla de éxito y controversia.
Por segundo año consecutivo, se ha permitido a los comercios en zonas turísticas abrir los domingos y festivos durante cuatro meses, desde el 3 de mayo hasta el 15 de septiembre de 2023.
Esta iniciativa ha sido impulsada con el objetivo de atraer a un gran número de visitantes y posicionar a la capital catalana como un destino de compras.
Éxito en zonas turísticas de la campaña de domingos comerciales
Esta temporada fue calificada como un «éxito» en términos de afluencia de público. Muchos turistas que visitaron la ciudad durante este período aprovecharon para recorrer las calles comerciales, que experimentaron un aumento significativo en el número de visitantes.
A pesar de la fuerte competencia de la playa, áreas como el paseo de Gràcia, el Barna Centre y los grandes centros comerciales dentro del perímetro de apertura se llenaron de compradores y curiosos.
Este nuevo horario comercial permitió que las tiendas en la zona turística abrieran a partir del mediodía, lo que sorprendió gratamente a muchos peatones que desconocían la iniciativa.
Algunos compradores expresaron su interés en esta posibilidad de hacer compras los domingos, especialmente aquellos que trabajan de lunes a viernes y consideran el fin de semana como una oportunidad ideal para realizar sus compras.
Impacto laboral y controversia
Sin embargo, la campaña de domingos comerciales no estuvo exenta de controversia. Algunos trabajadores expresaron su descontento ante la ampliación de horarios, argumentando que el domingo es un día sagrado y de descanso que ahora se ve afectado.
A pesar de los intentos por conciliar la situación, muchos consideran que esta medida les ha privado de un día libre.
En respuesta a esta controversia, algunas empresas acordaron con sus empleados trabajar un domingo de cada cuatro, ofreciendo compensaciones en forma de días libres adicionales y la contratación de personal de refuerzo.
Una iniciativa con un futuro prometedor
A pesar de las opiniones divididas y la controversia laboral, la campaña de domingos comerciales en Barcelona se consolida como un atractivo turístico. Se espera que los resultados de esta iniciativa se reflejen en la facturación a medio y largo plazo, lo que podría impulsar aún más el sector comercial de la ciudad.
La Ciudad Condal continúa posicionándose como un destino de compras, atrayendo tanto a turistas como a residentes locales. A medida que se evalúan los impactos de esta campaña, queda por verse si se mantendrá en el futuro y si se implementarán medidas adicionales para abordar las preocupaciones laborales.
En última instancia, Barcelona busca equilibrar la oferta comercial con el bienestar de sus trabajadores, mientras se consolida como un destino de compras de renombre internacional.