En el casco antiguo de Barcelona, el Palau Güell, una de las primeras creaciones maestras de Antoni Gaudí, ofrece una experiencia inolvidable y exclusiva con la visita nocturna “El Palau Güell secreto”. Esta actividad se lleva a cabo el segundo sábado de cada mes, permitiendo a los asistentes explorar los rincones más ocultos y desconocidos de este icónico edificio, que normalmente están cerrados al público. Durante este recorrido especial, los visitantes se sumergen en la historia y la vida cotidiana de la influyente familia Güell, mientras disfrutan de la majestuosidad del palacio en la penumbra y sin multitudes.
Palau Güell secreto
Palau Güell secretoLa visita «El Palau Güell secreto» es mucho más que un simple recorrido arquitectónico; es una inmersión en la atmósfera del modernismo catalán y la burguesía de finales del siglo XIX. Desde el inicio, el visitante tiene la posibilidad de acceder a lugares inusuales, como el despacho privado de Eusebi Güell, el poderoso mecenas que encargó la construcción de este edificio a Gaudí. Además, los asistentes pueden disfrutar del sonido del órgano del palacio, todo desde un balcón privado, mientras la música resuena en el majestuoso salón central.
El edificio fue construido entre 1886 y 1890, como residencia multifuncional de la familia Güell. Eusebi Güell vivió en el palacio junto a su esposa, Isabel López, y sus diez hijos, en un entorno que reflejaba el poder y prestigio de una de las familias más influyentes de la época. La riqueza y el lujo de esta residencia son evidentes en cada detalle, desde los techos abovedados hasta los suelos de madera, cuidadosamente diseñados para amortiguar el sonido de los carruajes y caballos que ingresaban a la propiedad.
Otra perspectiva
Una de las particularidades de esta visita es que ofrece una nueva perspectiva de los espacios ya conocidos del palacio. Por ejemplo, la azotea, con sus chimeneas de formas caprichosas y colores vibrantes, ofrece una vista panorámica de Barcelona iluminada. Esto otorga un toque de misterio y belleza a la experiencia nocturna. Los guías especializados desvelan anécdotas y secretos sobre Eusebi Güell, su relación cercana con Gaudí y los símbolos ocultos que decoran las diversas estancias del palacio.
Entre los espacios inéditos que se pueden visitar se encuentra la cámara del cochero, un área que tuvo un oscuro pasado. Durante la posguerra, esta habitación de 16 metros cuadrados fue utilizada como calabozo por la comisaría del Distrito Quinto, una de las zonas más conflictivas de la ciudad, conocida popularmente como el “Barrio Chino”. En las paredes de esta cámara, se pueden observar alrededor de 185 grafitis, realizados por los detenidos de la época, que ofrecen un testimonio conmovedor de los tiempos de represión política. Estos grabados narran la historia de aquellos que fueron arrestados, desde anarquistas y simpatizantes republicanos, hasta delincuentes comunes. También se pueden apreciar símbolos de la CNT-AIT y de la Falange Española, reflejo de las tensiones políticas de la época.
En esta visita, los asistentes también pueden apreciar de cerca la habilidad de Gaudí para jugar con la luz y las sombras en su arquitectura, lo que crea un ambiente único y mágico. El uso del hierro forjado y los vidrios emplomados, característicos del estilo modernista, resalta en cada rincón del palacio. Las celosías de las ventanas, por ejemplo, permiten ver desde dentro hacia fuera, pero no al revés, lo que añade una capa de misterio y privacidad al edificio.
Experiencia única
La experiencia culmina en el salón central, un espacio multifuncional que en su época servía como sala de recepciones, capilla y auditorio. La acústica de este salón es inmejorable, y durante la visita se puede escuchar el sonido del órgano, que realza la majestuosidad del espacio. Además, los visitantes tienen la oportunidad de explorar el despacho de Eusebi Güell, desde donde el empresario supervisaba sus negocios y gestionaba su imponente biblioteca personal.
La visita «El Palau Güell secreto» es una experiencia única diseñada para grupos reducidos de hasta 12 personas, lo que garantiza una atención personalizada y un recorrido profundo por la historia y los secretos del palacio. Este evento exclusivo no solo permite redescubrir la obra de Gaudí desde una nueva perspectiva, sino que también ofrece a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la atmósfera cultural y social de la Barcelona de finales del siglo XIX. Una visita imprescindible para los amantes del arte, la historia y la arquitectura.
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