Recientemente, la Catedral de Barcelona ha sido testigo de un hallazgo excepcional: un fragmento de un cancionero del siglo XIV, que contiene la transcripción de 17 poemas trovadorescos de cuatro destacados trovadores provenzales.
Este descubrimiento, realizado por el Arxiu Capitular de la catedral, abre una ventana fascinante hacia el mundo de la poesía medieval y ofrece nuevas perspectivas sobre la circulación de la literatura en la Catalunya del siglo XIV.
El hallazgo se produjo en el contexto de la revisión y catalogación de documentos en el archivo de la catedral. Encontrado entre material sin clasificar, este pliego de 14 páginas revela la obra de trovadores como Peire Cardenal, Guilem Magret, Raimon de Castelnou y Falquet de Romans.
Los poemas trovadorescos del Siglo XIV en Barcelona
Aunque ninguno de los poemas es inédito y todos son conocidos por otros cancioneros, su descubrimiento sigue siendo notable por varias razones.
En primer lugar, este fragmento de cancionero es el mayor encontrado en los últimos cien años y ha sido transcrito durante el tiempo en que la poesía trovadoresca aún estaba vigente, lo que lo convierte en un testimonio directo de la época.
Además, ofrece información valiosa sobre la circulación de los autores citados en Catalunya, así como sobre las prácticas de transcripción de canciones trovadorescas en la región.
El cancionero encontrado en la catedral contiene una variedad de textos, incluyendo 13 poemas de Peire Cardenal, uno de Guilem Magret, uno de Raimon de Castelnou y dos de Falquet de Romans. Aunque Peire Cardenal es el protagonista principal del hallazgo, con su obra siendo la más representada, todos estos trovadores contribuyen a enriquecer nuestra comprensión de la literatura medieval y sus temas recurrentes.
Lo más destacado
Uno de los aspectos más interesantes de este descubrimiento es la presencia de Peire Cardenal, un trovador conocido por su postura anticlerical y sus críticas al poder eclesiástico. A través de sus poemas, Cardenal denunciaba la corrupción y la injusticia en la sociedad de su tiempo, ofreciendo una visión crítica y combativa que lo distingue de otros trovadores más centrados en temas amorosos.
La transcripción de los poemas trovadorescos encontrados en este cancionero en la Catedral de Barcelona proporciona una visión única de la poesía medieval en acción, con versos que reflejan tanto la belleza lírica como la agudeza satírica de los trovadores. Aunque algunos de los textos pueden resultar oscuros o difíciles de entender para el lector moderno, su valor histórico y literario es incuestionable.
El hallazgo del cancionero en la Catedral de Barcelona es un recordatorio del inmenso patrimonio cultural que se encuentra oculto en los archivos históricos de todo el mundo. Cada documento descubierto es una pieza del rompecabezas que nos ayuda a reconstruir el pasado y a apreciar la riqueza de la tradición literari.