Enclavado en la ciudad de Vic, el Templo Romano de Vic, también conocido como el Templo de Ausa, es considerado un testimonio histórico del legado romano en Hispania.
Aunque pasa desapercibido para muchos, este antiguo templo del siglo II ofrece una experiencia única que revela los misterios de la antigua ciudad romana de Ausa.
Los fines de semana suelen ser momentos ideales para escapar de la rutina citadina y explorar lugares llenos de historia.
En Cataluña, las opciones de viajes en el tiempo están al alcance de la mano, y la ciudad de Vic es testigo de ello. Aquí, entre calles modernas y bullicios urbanos, se encuentra un tesoro arqueológico que data del siglo II: el Templo Romano de Vic.
Templo Romano de Vic: un monumento desconocido
Situado en el Carrer del Pare Xifré, 2, el Templo Romano de Vic presenta una estructura imponente. Elevándose sobre un podio, consta de una cela, la cámara interior, y un atrio que exhibe un conjunto de ocho columnas.
Aunque pueda no ser tan famoso como otros sitios históricos, este templo merece la pena ser explorado para sumergirse en la rica historia de la región.
El Templo Romano de Vic es más que un conjunto de ruinas antiguas; es un portal al pasado que revela detalles fascinantes. Construido entre los siglos I y II en la antigua ciudad romana de Ausa, este templo probablemente estuvo dedicado a los dioses o al culto imperial.
Con la adopción del cristianismo en el siglo IV, es probable que su función original cambiara, abandonando su propósito religioso para desempeñar algún papel en la esfera pública.
Una peculiaridad del templo es que en el fuste de cada una de las ocho columnas del atrio se encuentra grabado el nombre de un vicense ilustre. Estos detalles ofrecen una conexión directa con la historia local y subrayan la importancia del monumento en la comunidad.
El Templo Romano de Vic, conocido como el Templo de Ausa en la época romana, no fue descubierto de manera casual. En 1882, durante las obras de demolición del castillo de Montcada, que en ese momento eran apenas unas ruinas, este antiguo templo emergió en perfectas condiciones.
El castillo, construido en el año 897 por Guifré el Pilós, utilizó las cuatro paredes del templo como parte de su arquitectura interna, protegiendo así este tesoro histórico.
Visitando el Templo Romano
La experiencia de viajar en el tiempo en Vic es accesible para todos los interesados, ya que la entrada al templo es gratuita. Ubicado en el Carrer del Pare Xifré, 2, el templo abre sus puertas de martes a sábado, de 10 a 13 y de 18 a 20 horas, los domingos de 18 a 20 horas, permaneciendo cerrado los lunes.
La mejor manera de llegar a Vic es utilizando el servicio de tren Rodalies.