La Camisería Pons se logró mantener en el mercado por más de 130 años gracias a su compromiso con la calidad y su capacidad para adaptarse a los cambios.
Desde sus inicios, la empresa se destacó por ofrecer camisas hechas a medida y con materiales de primera calidad. Gracias a ello, logró ganarse la confianza de sus clientes y convertirse en una referencia en la ciudad de Barcelona.
Durante los años 60 y 70, la empresa vivió una época dorada gracias al auge del turismo en la ciudad, lo que le permitió ampliar su clientela y comenzar a exportar sus productos a otros países.
A lo largo de los años, la Camisería Pons ha vestido a importantes personalidades y ha sido reconocida en el mundo de la moda y la empresa con distintos premios y galardones.
Camisería Pons: de camisas a buen pan
Sin embargo, y a pesar de tantos años de historia y tradición, las camisas quedaron atrás y dieron paso a escaparates con exquisitos panes.
Desde 2019 la cadena de panaderías Cal Moliné con sede en Manresa se instaló en el local cuatro años después de que la Camisería Pons cerrara definitivamente.
El nuevo negocio tuvo que mantener la antigua fisonomía y a su vez, adaptarse a elementos modernistas.
Un año antes del cierre de Camisería Pons en 2015, la tienda entró a hacer parte de la lista selecta de comercios emblemáticos de la ciudad.
De hecho, los propietarios originales siempre fueron fieles a sus orígenes y no tocaron nada de la estructura, ni el rótulo de la entrada, tampoco el escaparate, ni las estanterías ni el mostrador de madera.
De esta manera, todos los elementos del local quedaron documentados como patrimonio intocable de Barcelona.
Un patrimonio que los barceloneses pueden seguir disfrutando degustando ahora una buena barra de pan.
Un reconocimiento a la labor de más de un siglo
La Camisería Pons es un ejemplo digno de recordar en la historia pasada y presente, de cómo una empresa puede mantenerse en el mercado por más de un siglo gracias a su habilidad para adaptarse a los cambios del mercado.
Su historia comenzó en Barcelona a finales del siglo XIX, en el año 1891, cuando el joven Eusebi Pons decidió abrir una pequeña tienda de camisas en la Calle Hospital, en pleno corazón de la ciudad condal.
Desde sus comienzos, la camisería Pons se caracterizó por ofrecer un producto de calidad, hecho a medida y con materiales de primera.
En la década de 1920, la camisería Pons se trasladó a la Calle Fontanella, en una ubicación mucho más céntrica y visible.
Durante los años 60 y 70, la camisería Pons vivió una época dorada gracias al boom turístico en Barcelona que le permitió exportar sus productos a países como Francia, Alemania y Japón.