Que ganas de comer una buena paella
Sí, ya lo sabéis y no lo vamos a ocultar. Todo el equipo de Salir por Barcelona somos unos amantes locos del buen comer. De ahí nuestro afán por buscar, encontrar y probar continuamente nuevos locales y propuestas gastronómicas en nuestra ciudad…
Y hablando de buen comer, hablemos esta vez de paellas. Sí, sabemos que se trata de un plato típico de Valencia, pero no por ello debemos renunciar a él en Barcelona. Y es que aquí, hay rincones especializados en la elaboración de este delicioso plato. Un buen ejemplo de ellos es L’Arrosseria Xàtiva.
Si os gusta el arroz y nada es mejor que una buena paella, en Barcelona tienes dos formas de transportarte a tierras valencias a través del sabor: una se encuentra en el barrio de Les Corts (Bordeus, 35) y otro en el barrio de Gracia (Torrent d’en Vidalet 26); solo los dos locales de L’Arrosseria Xàtiva.
Allí encontraréis una amplia carta de arroces y paellas de la mejor calidad, elaborados de manera tradicional con los mejores ingredientes y en cullereta, que es como se come una verdadera paella valenciana.
Según nos cuentan desde el propio restaurante, «con “cullereta” es la forma original para comer la paella valenciana. Dado a que la paella es un plato colectivo; según la tradición, debe ser consumida del mismo recipiente donde fue cocinada.»
Y es que tras este plato hay más que una receta, hay todo un ritual y tradición. Así, desde Xátiva, mientras disfrutamos de uno de sus tantos arroces, nos cuentan algunas de las curiosidades que esconde la cullereta:
- Antiguamente, la “cullereta” era un objeto unipersonal e intransferible. Así que cuando era hora de juntarse a comer paella, cada uno tenía la suya. .
- No se trata de una herramienta honda, se recomienda que sea lo más plana posible. Una de las propiedades que le da el estar hecha de madera de boj es que, en comparación con cucharas que estén hechas de otro material, esta es lisa y no tiene imperfecciones.
- No se come de cualquier manera. Cuando vamos a comer paella colectiva, debemos elegir nuestra posición y empezar a comer de la orilla al centro, buscando respetar siempre la porción imaginaria de la o las personas que tenemos al lado.
- La tradición también dice que si la paella nos gusta mucho, no debemos olvidar elogiar al cocinero cada dos cucharadas.
