El Govern de Cataluña ha dado un paso significativo hacia la promoción de la energía renovable y la lucha contra la pobreza energética al anunciar una iniciativa para instalar placas fotovoltaicas en todos los edificios públicos.
Esta medida ambiciosa tiene como objetivo alcanzar el 100% de cobertura de estas construcciones para el año 2030 y ofrecer energía gratuita a los hogares vulnerables cercanos.
La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha comunicado en una rueda de prensa que se espera que esta medida también proporcione «energía gratuita para los hogares vulnerables».
Particularmente para aquellos hogares que se encuentren en un radio de dos kilómetros de los edificios públicos equipados con placas solares.
Esta iniciativa surge como respuesta a la pobreza energética que ha alcanzado su punto máximo el año pasado debido al elevado costo de la energía.
La inversión fotovoltaica para edificios públicos en Cataluña
Para llevar a cabo este proyecto, se estima que se invertirán 59 millones de euros entre 2023 y 2024, con el objetivo de cubrir el 40% de las cubiertas de los edificios públicos.
La empresa Endesa X Servicios SL se encargará de instalar las placas fotovoltaicas en diferentes lugares como el Hospital Mateu Orfila.
La instalación de placas fotovoltaicas se enfocará principalmente en institutos, centros de atención primaria (CAPs) y comisarías, con el objetivo de satisfacer el 25% del consumo de la administración catalana.
Se espera que entre 2023 y 2024 se generen 77 megavatios de energía renovable, y se proyecta que esta cifra aumente a aproximadamente 300 megavatios en 2030.
La operación queda en manos de la energética pública
La Generalitat cederá a la energética pública, 120 instalaciones fotovoltaicas que ya están en funcionamiento en las cubiertas de los edificios públicos.
Estas instalaciones existentes serán utilizadas únicamente para el coste de mantenimiento.
Mientras que los recursos de las nuevas instalaciones se comercializarán a un precio aproximadamente un tercio más bajo que el precio de mercado del año pasado, alrededor de 60 MW/h.
La portavoz del Govern ha destacado que en Cataluña existen unas 73,000 instalaciones con consumo fotovoltaico y que ocho de cada diez corresponden al sector doméstico o pequeños servicios.
Además, ha agradecido el compromiso de la ciudadanía con la transición energética hacia fuentes renovables.
Aunque aún no se ha determinado el número exacto de familias que se beneficiarán de esta iniciativa, se espera que tenga un impacto significativo en la factura energética de los hogares vulnerables.
Actualmente, el bono social eléctrico cubre el 80% de la factura, pero se reducirá al 40% en 2024.
Se espera que la medida del Govern ayude a cubrir el 20% restante de la factura y tenga un impacto positivo en la economía de las familias en situación de vulnerabilidad.
Con este proyecto, Cataluña se posiciona como una región pionera en la transición hacia un futuro más limpio y verde.