Desde el año 2018 y como medida para afrontar una probable sequía y crisis del recurso, el Área Metropolitana de Barcelona, AMB y la Agència Catalana de l’Aigua, ACA, han logrado que un 20% del agua potable ya sea regenerada.
La metrópoli barcelonesa cada día utiliza más el preciado líquido a partir de la regeneración. Así lo confirmaron Eloi Badia, vicepresidente del área de Ecología de la AMB, y Samuel Reyes, director de la ACA.
Así mismo, Badia recordó que la regeneración en la actualidad ya es una realidad después del trabajo a lo largo de todos estos años.
Resulta muy útil convertir el agua en potable para poder beneficiar a las comunidades de regantes, aumentar el caudal ambiental y luchar contra la intrusión del agua marina.
El 20% del agua potable ya es regenerada
Un ejemplo de este gran logro se puede observar en el azud del Llobregat, ubicado entre Sant Vicenç dels Horts y Molins de Rei. Allí en la actualidad se vierten 600 litros de agua regenerada por segundo, cantidad que incrementa en un 25% el caudal del río. Y en poco tiempo ya serán 800 litros.
De esta manera, y pasando de la situación de alerta a la excepcionalidad, la infraestructura puede llegar a verter 2.000.
Al seguir el cauce, el agua será captada por la planta potabilizadora de Sant Joan Despí para adaptarla a diferentes usos.
El objetivo es que durante los próximos cinco años, se invertirán 120 millones de euros para aumentar la cantidad de líquido reciclado.
La estrategia se continuará junto al uso de las desalinizadoras que buscan aprovechar el agua de mar.
Hay varios países que cuentan con recursos hídricos, pero en el caso nuestro, afirmó Reyes, no es así y se debe procurar reciclar el agua cada vez en mayores cantidades.
Las metas de ACA
Por su parte, la Agència Catalana de l’Aigua, prevé para los próximos seis año incrementar la producción de agua desalinizada y regenerada.
Tienen previsto ampliar la desalinizadora de la Tordera y adelantar la construcción de una planta en el río Foix.
En cuanto al ámbito de la urbe lo que buscarán será la “diversificación de fuentes”.
De esta manera, las dos entidades están adelantando inversiones y planificando el ámbito metropolitano, con el fin de que al llegar el 2050 sin ningún déficit de agua potable.
Esperan poder cumplir con este objetivo, aunque destacan que los cálculos pueden variar si la emergencia climática se continúa agravando.
La alerta por sequía afectó la iniciativa
El grave episodio de sequía que afectó a toda Cataluña, también incidió en el retraso de la desalinización y la reutilización de agua en unos seis meses y que finalmente entró en vigor hasta finales de noviembre del año pasado tanto en Barcelona como en el Área Metropolitana.
