En Barcelona, una tendencia musical global ha encontrado su hogar: los ‘listening bars’ han llegado a la Ciudad Condal para ofrecer una experiencia auditiva única y exquisita.
Estos lugares, que destacan por sistemas de alta fidelidad, se han convertido en el último fenómeno en el mundo de la música, y Barcelona no se ha quedado atrás en esta ola de placer sonoro.
¿Qué son los ‘Listening Bars’?
Los ‘listening bars’, también conocidos como hi-fi bars, son establecimientos que se centran en ofrecer una experiencia de escucha de música en alta fidelidad. Estos lugares buscan recrear un ambiente íntimo y relajado, donde los amantes de la música pueden sumergirse en un sonido nítido, cálido e inmersivo.
Aunque el término puede sonar nuevo para algunos, la idea tiene sus raíces en Japón en la década de 1920, donde los aficionados al jazz se reunían en ‘jazz kissa’ para disfrutar de discos americanos en un entorno social.
Barcelona y los ‘Listening Bars’ de alta fidelidad
En Barcelona la fiebre por la alta fidelidad ha encontrado su expresión en dos ‘listening bars’ destacados:
Curtis Audiophile Café: Ubicado en la calle Mallorca, 186, el Curtis Audiophile Café ha estado encantando a los melómanos desde noviembre de 2018. Este establecimiento ofrece una experiencia única donde la música es la protagonista.
Guille de Juan, responsable del lugar, ha dejado claro que aunque se permite hablar y bailar, la esencia del lugar es ofrecer un espacio para disfrutar de la música en su máxima expresión. Con un DJ diferente cada día de la semana y una amplia carta de cócteles, el Curtis se ha ganado su lugar como un referente en la escena audiófila barcelonesa.
Oblicuo Hi-Fi Bar: Situado en la Riera de Sant Miquel, 59, el Oblicuo Hi-Fi Bar es la nueva joya de la alta fidelidad en Barcelona. Con un diseño exquisito y un sistema de sonido diseñado por el maestro Giorgio Di Salvo, conocido por trabajar con artistas como Travis Scott, este bar ofrece una experiencia sonora única.
Ivanmaria Vele y Dobrochna Giedwidz, creadores del local, se inspiraron en las ‘Oblique strategies’ de Brian Eno y Peter Schmidt para diseñar un espacio íntimo y perfectamente insonorizado. Además, el Oblicuo sorprende a sus visitantes reproduciendo música clásica en sus baños.
Ambos establecimientos no solo destacan por sus sistemas de sonido excepcionales, sino también por su atención meticulosa a la acústica y al diseño del espacio.
Orígenes en Japón y su influencia cultural
Los ‘listening bars’ tienen sus raíces en Japón, donde en la década de 1920, los aficionados al jazz se reunían en ‘jazz kissa’ para escuchar los pocos discos americanos disponibles. La cultura japonesa de disfrutar de la música en un ambiente tranquilo y relajado ha influido en la esencia de estos establecimientos.