Gracias a una inversión de 6,7 millones de euros, Barcelona tendrá el primer “Hospice” pediátrico. Estará ubicado en el pabellón de Santa Victoria del antiguo Hospital de Sant Pau.
La Fundación Enriqueta Villavecchia es la impulsora del proyecto. Su objetivo es crear un espacio de respiro y soporte integral para familias con niños enfermos que cuenta con seis habitaciones y dos hogares dedicados a atender los últimos días de vida.
Un espacio adecuado para que morir en la infancia pueda hacerse dulcemente y muy acompañado.
El objetivo es que no falte el confort humano ni el apoyo profesional a los pequeños, a sus padres, hermanos, sobre todo en los últimos días de vida del infante.
El proyecto de “Hospice” pediátrico en Barcelona
La Fundación Enriqueta Villavecchia junto con el apoyo de la Fundación Privada del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y la Fundación de Gestión Sanitaria del mismo hospital, fueron los encargados de presentar el proyecto.
El “Hospice” será un espacio de respiro y apoyo integral para las familias con adolescentes o niños que padecen de enfermedades crónicas y/o graves, donde estarán atendidos y acompañados en sus últimos días.
Así mismo, será un centro referente en la pedagogía orientada a la inclusión social de la muerte y la enfermedad como parte de la vida.
La Fundación Villavecchia en su labor busca facilitar la vida a los niños enfermos y sus familias, con el fin de acompañarlos en los procesos de enfermedad hasta el último momento.
Un espacio seguro de atención a menores enfermos y sus familias
En el “Hospice” pediátrico en Barcelona se atenderá a los menores enfermos y a sus familias, a través del desarrollo de diversas actividades y compañía.
La meta es hacer más confortable el tiempo de tratamiento en un espacio que se convertirá en su segundo hogar mientras se convive con duras enfermedades.
El hospice pediátrico de Barcelona busca llevar emociones y vida al pabellón de Santa Victoria, donde la Fundación Enriqueta Villavecchia tiene su sede.
La rehabilitación del pabellón se realizará durante todo el 2024 y estará a cargo del estudio de arquitectura de Carme Pinós.
Contará con una superficie habilitada de más de 1.500 m², lo que permitirá beneficiar directamente a 1.600 personas anualmente, ofrecer 600 estancias de respiro y atención global a unas 400 familias.
El proyecto incluye la construcción de seis habitaciones para el programa de respiro y dos hogares donde podrán estar los niños pacientes con sus familias y convivir en la intimidad, en la unión y la tranquilidad durante sus últimos días de vida.
Según datos oficiales, en la actualidad hay alrededor de 1.535 niños con necesidades de curas paliativas pediátricas en Cataluña, número al que se suma la población pediátrica que padece enfermedades crónicas complejas o terminales.