La historia de Artur Martínez es un fascinante viaje gastronómico que comienza en el modesto bar familiar El Buen Gusto, en Terrassa. Este bar, fundado por sus abuelos en 1952, se convirtió en el vivero de su pasión por la cocina y el emprendimiento. A lo largo de los años, su familia transformó el negocio, dándole un carácter más gastronómico, pero Artur llevó esa historia a otro nivel.
La magia de Capritx
En 2002, Artur decidió dar un salto en la propuesta culinaria familiar y transformó el viejo bar en Capritx, un pequeño restaurante que rompió moldes. Durante años, este establecimiento obtuvo la estrella Michelin más pequeña de Europa. ¿El secreto de su éxito? A pesar de los recursos limitados, Artur logró creo un concepto innovador con un enfoque en la alta cocina sin complicaciones.
La cocina de Capritx no era convencional. Aquí, el chef exploró su creatividad con una cocina desprovista de múltiples herramientas. Artur se convirtió en un maestro en “sacar conejos de la chistera”, como él mismo dice. Pero la situación llegó a un punto en el que se sintió encadenado a un concepto que ya no podía evolucionar más. En 2017, tomó la difícil decisión de cerrar las puertas de su querido restaurante.
Nace Aürt: la reinvención de un chef
Después de dejar Capritx, Artur vio la necesidad de reinventarse. En febrero de 2019, nació Aürt en Barcelona. Esta nueva aventura culinaria se sitúa en el lobby del Hilton Diagonal Mar, un lugar que sorprendió a muchos por su ubicación singular. Artur visualizó esta nueva etapa como un choque de conceptos y tradiciones, llevando la alta cocina a un entorno más accesible.
La filosofía de Aürt se resume en una declaración sencilla: “Prefiero la sencillez reflexionada a la complejidad forzada”. Esta idea resuena en cada plato que Artur sirve, enfatizando el uso de productos locales y de temporada, a menudo explicados personalmente por los cocineros.
La esencia de la cocina de Aürt
Uno de los pilares de la cocina de Aürt es su conexión con los productores locales. Artur utiliza ingredientes como las alubias del Ganxet, la gamba de Palamós y el cordero de raza Ripollesa. Pero lo más interesante es cómo logra reinterpretar conceptos tradicionales con técnicas contemporáneas.
Por ejemplo, la experiencia comienza con un aceite único, el Becaruda, que proviene de olivos centenarios. Desde ahí, los comensales son llevados a un recorrido gastronómico que desafía las expectativas y remueve los sentidos. No es simplemente una comida, es un viaje por la tradición culinaria catalana.
Innovación y tradición: un partido equilibrado
Artur se mueve con habilidad entre la innovación y la tradición. Ofrece opciones como el salmorejo cordobés con aceite de gamba, un guiño hacia sus raíces andaluzas. La creatividad no tiene límites; un plato que destaca es el piquillo relleno de cola de vaca, que deja a los comensales boquiabiertos con su complejidad y sencillez a la vez. En Aürt, un simple puerro se convierte en un homenaje a las verduras más humildes gracias a su acompañamiento de mayonesa de jengibre.
Además, todo el concepto de Aürt se apoya en una experiencia interactiva, donde el comensal no solo consume, sino que también aprende. Los platos son explicados por los miembros del equipo, creando un vínculo especial con los ingredientes y la historia detrás de cada creación.
Reconocimiento y desafíos
A pesar de su impresionante carrera, Artur ha tenido que lidiar con el reconocimiento tardío. Durante los 15 años de Capritx, se sintió en la sombra de otros restaurantes, a pesar de ofrecer una oferta gastronómica excepcional. Sin embargo, con Aürt, las visitas de críticos y personalidades gastronómicas se han multiplicado.
“Muchos críticos no sabían lo que hacíamos en Capritx; parece que todo cambió con Aürt, comenta Artur. Esta afirmación no solo refleja su frustración, sino también su deseo de ser reconocido por lo que ha logrado.
El restaurante del futuro
El diseño de Aürt, reconocido como el Mejor Diseño Europeo, es obra de Nick Hickson. El espacio está dividido en cuatro partes: Fermentación, Infusión, Destilación y Comida. Cada sección cuenta una historia y añade una capa a la experiencia global del restaurante. Aunque al principio hubo dificultades en la adaptación de un comedor clásico a un lobby de hotel, el equipo logró poner las cosas en marcha.
Artur ha dejado clara su intención de no solo ofrecer una comida, sino de proporcionar una experiencia completa. El desafío consiste en formar parte de un entorno donde cada mínimo detalle importa, y él está dispuesto a enfrentarlo.
Reflexiones finales
El trayecto de Artur Martínez es un testimonio de pasión, dedicación y una búsqueda constante de la excelencia culinaria. Desde el bar familiar en Terrassa hasta el innovador Aürt en Barcelona, su camino demuestra que la reválida no solo radica en lo que se sirve en el plato, sino en la conexión emocional que se establece con cada comensal. Un resumen de su vida se enfrenta a la realidad: la cocina no es solo un arte, es una forma de vida.
La historia de Artur y su nuevo restaurante sugiere que la cocina de alto nivel no tiene por qué ser complicada para impresionar. En cambio, puede ser profunda, auténtica y, sobre todo, accesible para todos.