Después de permanecer cerrada durante una década, la icónica sala El Molino de Barcelona reabrirá sus puertas el próximo 27 de octubre. Autoridades informaron que la reapertura ocurre gracias a un acuerdo entre el Ayuntamiento de Barcelona y Barcelona Events Musical, la organización detrás del famoso festival musical Cruïlla. La nueva etapa de El Molino tendrá un enfoque diferente, con una programación centrada en músicas «de raíz», como el jazz, el flamenco, el folk y la canción de autor. Esto dejando atrás la tradicional revista de variedades que la hizo famosa en el pasado.
Reapertura de El Molino
El acuerdo permitirá que Barcelona Events Musicals, la empresa organizadora del Festival Cruïlla, gestione la sala durante los próximos cuatro años, con la opción de prorrogar el contrato si ambas partes lo acuerdan. Jordi Herreruela, responsable de Barcelona Events Musicals, destacó la importancia histórica y cultural de El Molino: “El Molino ha sido un punto de encuentro cultural y social, un lugar en el que marineros, obreros y la burguesía catalana se cruzaban. Era un espacio libre de prejuicios, transgresor, diverso y plural, icónico de Barcelona”.
El Molino ha permanecido cerrado desde 2013, y aunque su nueva reapertura no incluirá la famosa revista de variedades, sí ofrecerá una amplia gama de actividades culturales que incluirán música, comedia, charlas y conferencias. El concejal de Cultura, Xavier Marcé, explicó que la ausencia de la revista de variedades se debe a que no estaba contemplada en las condiciones del concurso de adjudicación. Sin embargo, subrayó que la programación tendrá un fuerte componente de música y entretenimiento.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, enmarcó la reapertura de El Molino dentro de un proyecto más amplio de revitalización de la avenida Paral·lel, que también incluye el Apolo y otros teatros de la zona. Collboni mencionó que se busca crear un «triángulo cultural» en el Paral·lel, junto a Paral·lel 62 y el teatro Arnau. La remodelación de este último está programada para iniciar a principios del próximo año.
Colaboración
La colaboración público-privada es clave en este proyecto, y el alcalde destacó el papel de diversas asociaciones culturales que participarán en la programación del local. Además, se espera que los barrios circundantes como Sant Antoni, Raval y Poble Sec vean a El Molino como un espacio cultural propio, fomentando la integración de la comunidad local en las actividades del teatro.
El modelo de gestión de la nueva etapa de El Molino se ha inspirado en clubes tradicionales de renombre, como el Ronnie Scott’s de Londres. Según Herreruela, la sala abrirá de miércoles a domingo, con tres espectáculos diarios a las 20:00, 22:00 y 00:00 horas. Además, los asistentes tendrán la opción de cenar o tomar copas durante los espectáculos, con un enfoque en minimizar el ruido para garantizar la calidad de la experiencia. El rango de precios será variado, con entradas que oscilarán entre los 12 euros y los 70 euros, dependiendo del espectáculo.
La dirección del local estará a cargo de Víctor Partido, músico y gestor cultural, quien ha diseñado una programación inaugural que da un gran protagonismo al jazz. Entre los artistas que actuarán en los primeros meses de reapertura se encuentran nombres reconocidos como Donald Harrison, Elianne Elias, Lackecia Benjamin, Tom Skinner, Uri Caine y Bill Frisell.
Aunque el jazz tendrá un peso significativo en la programación inicial, tanto Herreruela como Partido han aclarado que El Molino no se convertirá en un club exclusivamente de jazz. De hecho, la programación incluirá a artistas de géneros diversos, como el grupo Maestro Espada, que fusiona el folk murciano con música digital, o la cantante africana Fatoumata Diawara. Además, se espera la incorporación de artistas flamencos, rumberos y de folk en las próximas temporadas.
Atmósfera íntima y cercana
El aforo del local cuenta con una capacidad para 250 personas, lo que permitirá crear una atmósfera íntima y cercana entre los artistas y el público. La oferta de El Molino se complementará con sesiones de DJ que cerrarán las jornadas, con una selección de géneros como soul y funk.
Además de la música, la programación incluirá comedia, conciertos organizados por otros festivales como el BarnaSants, y la participación en eventos como la séptima edición del Jazz I Am en marzo. También se prevé la colaboración con escuelas de música y la realización de conferencias, con el objetivo de abrir el espacio a la mayor cantidad de propuestas culturales posibles.
Con esta nueva etapa, El Molino aspira a recuperar su estatus como un referente cultural en Barcelona, adaptándose a los tiempos modernos sin perder su esencia histórica y transgresora.
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