Según la Agencia Catalana del Agua, ACA, se registró el derrame de 1.000 metros cúbicos de aceite alimentario cuando se rompió un silo de la empresa encargada de su manipulación y gestión. La compañía está ubicada en la carretera de Ripollet.
La rápida intervención de los cuerpos de bomberos, agentes rurales, policía local y la Agencia Catalana del Agua (ACA) permitió la contención del producto en la riera Seca, evitando su llegada al río Besòs y minimizando así los daños al ecosistema.
El derrame de aceite alimentario en la riera Seca de Santa Perpètua de Mogoda generó gran preocupación entre los habitantes de la zona y las autoridades encargadas de preservar el medio ambiente.
Se trata de un hecho que ha sido calificado como «accidental» por los Mossos d’Esquadra, pero que ha generado importantes consecuencias a nivel ambiental.
El impacto del derrame de 1.000 metros cúbicos de aceite
No obstante, el impacto del derrame de aceite en la riera Seca ha sido considerable.
Además de teñir el agua de un color amarillo, se ha detectado la presencia de lípidos en la zona afectada.
La fauna y la flora del lugar se han visto perjudicadas, lo que ha motivado que se lleven a cabo labores de limpieza y restauración de la zona.
Este episodio ha vuelto a poner en evidencia la importancia de la prevención y la gestión adecuada de residuos peligrosos.
Las empresas y entidades encargadas de su tratamiento deben cumplir con estrictas normativas y protocolos para evitar situaciones como la vivida en Santa Perpètua de Mogoda.
Es necesario recordar que los productos tóxicos pueden generar graves impactos sobre el medio ambiente, así como afectar la salud de las personas y animales que habitan en la zona.
Otros incidentes en Cataluña
Es importante destacar que este no es el primer incidente de este tipo que se produce en Cataluña.
En los últimos años, hemos sido testigos de varios derrames de productos químicos y tóxicos en distintas zonas del territorio.
El más recordado por su magnitud fue el accidente del buque pesquero ruso Oleg Naydenov, que sufrió un incendio y posterior hundimiento en aguas cercanas a las Islas Canarias en 2014.
El vertido de fuel-oil causó graves daños en el ecosistema de la zona, así como importantes perjuicios económicos para el sector pesquero y turístico.
La gestión adecuada de los residuos peligrosos es una tarea que compete a todos.
Las empresas y entidades encargadas de su tratamiento tienen la responsabilidad de asegurar que sus procesos sean seguros.
Esta situaciones y la sucedida con el derrame de aceite, hace reflexionar sobre la necesidad de prevenir accidentes de este tipo en el futuro.
La industria de los aceites y grasas vegetales es esencial para la producción de alimentos y otros productos.