Con una trayectoria de más de 30 años, la Fundación Ared es una entidad nacida en Barcelona que desde 1994 promueve el acceso a la plena ciudadanía y su inserción al trabajo digno.
Cabe destacar que ofrece apoyo a personas en situación de alto riesgo de exclusión social, principalmente mujeres, y fomenta su autonomía mediante la capacitación y el trabajo digno gracias a un acompañamiento personalizado.
La noticia es que hace pocos días la Fundación celebró su cena benéfica anual en la antigua prisión de La Modelo. Y eligió este recinto que ahora está abierto al público para que puedan hacer visitas guiadas, con el fin de reivindicar los orígenes de la entidad que estuvieron ligados al centro penitenciario de mujeres de Wad Ras.
La cena solidaria en La Modelo contó con la presencia del educador Faustino García Zapico y de la trabajadora social Begoña Longoria. Los dos cofundadores y coordinadores de la Unidad Terapéutica Educativa, UTE de Villabona en Asturias.
Esta entidad trabaja para demostrar que “otra prisión sí es posible”.
Longoria y García Zapico desarrollaron un “modelo alternativo de intervención educativa”, con lo cual han buscado transformar la realidad penitenciaria mediante la eliminación de la subcultura carcelaria que hace de la prisión el espacio para crear más delincuencia.
Los orígenes de la Fundación Ared
Teresa Rodríguez, fundadora y alma mater de la entidad, estuvo al frente de la organización hasta su jubilación en 2018.
De hecho, a comienzos de los años 90, Rodríguez le propuso a la Generalitat y a la dirección de la cárcel, la necesidad de brindarle una nueva oportunidad a las mujeres que salían de prisión. El objetivo era ofrecerles formación como costureras y poderlas ubicar en un empleo para que una vez cumplida la condena, no tuvieran que volver a delinquir para sobrevivir.
Finalmente y en 1994, la Fundación logró impartir un primer curso de confección a cinco mujeres privadas de libertad.
Con el pasar de los años, ya han pasado por la entidad más de 14.000 personas, con lo cual se ha convertido en un referente social en Barcelona. Pero ya no solo para mujeres procedentes de centros penitenciarios, sino también para otras personas con alto riesgo de vulnerabilidad a quienes se les brinda formación y acompañamiento integral.
Todo por la inclusión social
La Fundación Ared ha logrado a través de su empresa de inserción, ofrecer espacios de trabajo protegido y competente para promover y facilitar la inclusión social.
De hecho, ahora también cuenta con un centro especial de empleo para atender a personas con discapacidad. En la actualidad Ared atiende a la mayoría de mujeres que provienen de los servicios sociales, no de las prisiones, aunque aún siguen siendo un colectivo prioritario para la Fundación.
¡Todos tienen siempre derecho a la reinserción, a una segunda oportunidad!