Sitges es sol, es playa, es diversión, es cine, es cultura y es también historia y arquitectura. No en vano esta pequeña ciudad a media hora de Barcelona nos ha enamorado a nosotros y a todo el que la ha conocido.
Precisamente en la historia y arquitectura queremos pararnos hoy. Y concretamente en la historia de su Iglesia, la Iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla; sin duda, uno de los edificios más emblemáticos de la Vila.
Data del siglo XVII y se encuentra situada en un asentamiento que acogió antes a otras dos iglesias, una románica y otra gótica. Destaca su silueta asimétrica, sobre una colina que preside la playa. Es la protagonista de la gran mayoría de postales de Sitges, inmortalizada por propios y extraños y una de las imágenes más características y representativas de Sitges.
Sitges es uno de esos rincones en el mundo que merece la pena ser descubierto con calma, de la misma manera que se degusta un plato exquisito. Despacio, poco a poco, empapándote de su esencia y de todo lo que tiene para ofrecer…
Y dar un paseo por sus alrededores disfrutando de la brisa del mar, entrar, empaparte de su arte… es sinónimo de pasear también por la historia de la ciudad.
Y si vas a recorrer calles, edificios, espacios al aire libre y museos… vas a necesitar recargar energías. En ese caso lo tenemos claro, con unas vistas maravillosas a la playa y a la Iglesia, El Vivero Beach Club de Sitges, cuenta con una oferta gastronómica mediterránea apta para todos los gustos y los paladares más exigentes. Pero además es un espacio ideal también si los que buscas es solo tomar un aperitivo o disfrutar de un coctel con unas vistas impresionantes y un ambiente inmejorable.
