Debido a que fue detectada una hilera de estas orugas venenosas en un parque cerca a la avenida Diagonal, se activó la alerta para niños y perros, pues la procesionaria volvió a Barcelona.
Los insectos venenosos fueron vistos en los Jardins de Maria Àngels Anglada i d’Abadal, a pocos metros de la avenida Diagonal.
Fueron vistas a manera de “procesión”, circulando por el pavimento cercano al parque.
Esta especie es propia de los meses de marzo y abril, meses donde comienza el final del invierno y el inicio de la primavera.
Orugas venenosas vistas en un parque de Barcelona
Según explicó el Ayuntamiento de Barcelona, es usual que desde finales de febrero puedan aparecer algunos de estos insectos.
Suelen parasitar en las copas de los pinos y se anidan creando grandes bolsas. La procesionaria se alimenta de árboles hasta que logra matarlos o hasta cuando hacen metamorfosis. En esa etapa buscan de nuevo el suelo para poder convertirse en crisálidas.
Lo peligroso es que pueden resultar letales para los niños y los perros o para cualquier humano.
Todo se debe a que estas orugas están recubiertas de unos pelos tóxicos que caminan juntando la cabeza y la cola como modo de protección.
Los pelos son tóxicos para los humanos por lo que pueden ocasionar irritación cutánea, dermatitis, lesiones oculares, urticarias y reacciones alérgicas, por lo cual los niños, sobre todo, deben andar con mucho cuidado.
Sin embargo, la peor parte se la llevan los perros.
Los canes son muy sensibles al tóxico que desprende la procesionaria. De hecho, si llegan a tener contacto a través de la piel o la mucosa, les puede producir inflamación del hocico y cabeza, fuertes picores, abundante salivación, e incluso, necrosis o destrucción de tejidos.
Algunos piensan que lo mejor es hacer una limpieza completa de los árboles de la ciudad, con el fin de destruir los nidos que parasitan en ellos.
Las procesionarias
Como esta especie de oruga es demasiado tóxica, su ingesta puede provocar la necrosis de la garganta y de la lengua de la mascota, y de allí su muerte.
Por tal motivo, si tienes una mascota, en particular un perro, debes aumentar las precauciones y la vigilancia sobre tu animal para que por nada llegue a comer estos insectos venenosos.
De hacerlo, podría terminar en un desenlace fatal.
Debido a los cambios en el comportamiento climático, durante los últimos años esta plaga está adelantando su llegada ante la presencia de sequías durante el invierno en el territorio español.
Por ello, desde la mitad de la estación invernal es probable ver estas orugas.
Expertos de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental, ANECPLA, indican que la endoterapia es el método permitido para controlar esta especie.