En el complejo universo del mercado inmobiliario español, Barcelona y Madrid, como grandes protagonistas, comienzan a dar señales de retroceso y de una posible caída de precios en la vivienda. Este escenario, marcado por una resistencia previa a la baja debido a la alta demanda, revela una nueva dinámica en estas ciudades que han experimentado continuos aumentos en los precios de la vivienda en los últimos años.
El mercado inmobiliario, a menudo comparado con un viaje al centro de la Tierra donde la presión aumenta a medida que se profundiza, está mostrando signos de cambio en las dos metrópolis más importantes de España.
Aunque la demanda ha sido un factor clave para la estabilidad de los precios, los analistas empiezan a cuestionar la sostenibilidad de los encarecimientos constantes.
Pronósticos y señales de retroceso
Las opiniones y pronósticos varían, pero algunos expertos, como Scholtes, sugieren retrocesos que van desde la “estabilidad” hasta descensos del 7%. No obstante, no existe un consenso claro entre los analistas, especialmente al hablar de ciudades tan tensionadas como Barcelona y Madrid.
A nivel nacional, Bankinter predice un aumento del 1,2% en el precio de la vivienda este año, seguido de una caída del 2% el próximo. Estas oscilaciones parecen sutiles en comparación con otros mercados europeos afectados por la contracción económica y el aumento de los tipos de interés.
El informe trimestral más reciente del Colegio de Registradores presenta datos que respaldan la idea de una posible ralentización. El precio medio del metro cuadrado en Barcelona ha experimentado una disminución del 0,8% en comparación con el año anterior, situándose en 4.318 euros.
Madrid, aunque sigue mostrando un aumento del 4,3%, ha visto caer su precio medio a 4.017 euros. Estas cifras marcan un cambio significativo respecto al aumento del 6,3% y 7,1% registrado a finales del año pasado en Barcelona y Madrid, respectivamente.
Descensos trimestrales y cambio en la demanda
La comparación trimestral en las provincias de Barcelona y Madrid revela descensos del 0,6% y 0,8%, respectivamente.
Los registradores también señalan que las capitales han reducido su peso en las compraventas de viviendas en relación con sus provincias respectivas, indicando un traslado de la demanda al extrarradio, donde los precios comienzan a mostrar signos de enfriamiento. Este cambio podría deberse a una creciente renuencia a pagar precios elevados en las áreas urbanas centrales.
En el mercado de oficinas, la tendencia a la baja es aún más pronunciada. Las transacciones han experimentado una disminución del 72% en Barcelona y del 34% en Madrid, según Scholtes. Aunque los vendedores resisten la reducción de precios, los compradores parecen estar esperando un ajuste que podría ocurrir en el primer semestre del próximo año.
A pesar de estos indicios, se continúa reportando aumentos en los precios de la vivienda en venta en Barcelona y Madrid.