En los últimos años, Barcelona se ha convertido en una de las ciudades más caras para vivir en España. De hecho, es la ciudad española con el alquiler más costoso en general, con un promedio de 1.087 euros al mes, superando incluso el salario mínimo interprofesional.
Este incremento en los precios ha llevado a que muchos ciudadanos busquen alternativas y consideren mudarse a municipios cercanos al Área Metropolitana de Barcelona.
El aumento constante del precio de la vivienda en la Ciudad Condal ha llevado a que el alquiler de habitaciones compartidas alcance precios récord, posicionando a Barcelona como la ciudad con los alquileres de habitaciones más caros de toda España.
De acuerdo con la clasificación semestral publicada por Idealista, la periferia de Barcelona se ha convertido en una de las zonas más demandadas para vivir.
Municipios cercanos a Barcelona: ¿A dónde se está mudando la gente?
Entre los municipios cercanos a Barcelona que se han vuelto especialmente atractivos para los buscadores de vivienda, destaca Santa Coloma de Gramenet, que lidera la lista con un precio medio de alquiler de 842 euros al mes.
Esta localidad es seguida de cerca por Hospitalet de Llobregat, que goza de una excelente conexión con Barcelona y un precio medio de alquiler de 965 euros mensuales. También en las primeras posiciones del ranking se encuentran Cornellà de Llobregat y Badalona, con precios medios de alquiler de 933 y 1.147 euros al mes, respectivamente.
Curiosamente, la propia ciudad de Barcelona ha caído al puesto número 15 en la lista de las zonas más demandadas para vivir. Esto se debe en gran parte al costo prohibitivo del alquiler en la ciudad, que supera el salario mínimo interprofesional.
A Barcelona le siguen muy de cerca ciudades como Terrassa, Sabadell, Sant Cugat del Vallès y Castelldefels, que también son destinos populares entre aquellos que buscan una vida más asequible pero aún quieren mantenerse cerca de la ciudad condal.
¿A qué se debe la alta demanda?
Se debe en parte, a la falta de oferta en la capital catalana y a la gran demanda que esta enfrenta.
Para abordar esta situación, la patronal catalana Foment aboga por una colaboración público-privada para aumentar el parque de viviendas asequibles, la implementación de incentivos fiscales para poner en alquiler viviendas desocupadas y la mejora de la seguridad jurídica en casos de ocupaciones ilegales o impagos.
El mercado residencial en Barcelona, tanto en alquiler como en propiedad, se ha convertido en un tema de debate público, especialmente para los jóvenes. La dificultad para comprar una vivienda ha ejercido presión sobre el mercado de alquiler, por lo cual Foment propone introducir avales públicos para los jóvenes.
El Ayuntamiento de Barcelona busca desarrollar estrategias como respuesta a la crítica situación del mercado residencial.