En un esfuerzo por adaptarse a las nuevas demandas del siglo XXI, los quioscos de Barcelona están listos para un cambio importante. La Comisión de Economía y Hacienda ha aprobado un nuevo conjunto de reglas que permitirán una mayor flexibilidad en la gestión de estos icónicos espacios de la ciudad. Aunque la venta de prensa seguirá siendo la actividad principal, ahora se permitirá la venta de nuevos productos como café de máquina y alimentos envasados, todo en un intento por asegurar la viabilidad futura de los quioscos.
Un cambio necesario para los quioscos
En la actualidad, Barcelona cuenta con 287 quioscos distribuidos por toda la ciudad, aunque este número ha disminuido en 51 desde 2018. Para muchos, estos pequeños puntos de venta no solo representan un lugar para adquirir prensa, sino también un espacio de interacción con el barrio. La nueva normativa busca mantener esa esencia, pero adaptándola a los tiempos modernos.
El nuevo pliego de condiciones, que estará vigente hasta 2030, introduce varias modificaciones que responden a una demanda del sector y que fueron discutidas conjuntamente con los quiosqueros. La principal preocupación era garantizar la viabilidad de los quioscos, ya que muchos de ellos han tenido dificultades para sostener su actividad solo con la venta de prensa.
¿Cuáles son los principales cambios?
Entre los ajustes más significativos, la reducción del porcentaje de espacio destinado a la prensa es uno de los puntos más importantes. Anteriormente, el 80% del espacio del quiosco debía destinarse a la exposición de periódicos, revistas y libros. Con la nueva normativa, este porcentaje se reduce al 51%, lo que permitirá a los quiosqueros dedicar casi la mitad del espacio a otros productos. Esta flexibilización es clave para que los quioscos puedan ampliar su oferta, aunque siempre manteniendo la venta de publicaciones como su actividad principal.
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Además, se permite la comercialización de nuevos productos. Los quioscos podrán vender café para llevar, agua y refrescos, así como alimentos envasados que no requieran manipulación. Sin embargo, la venta de bebidas alcohólicas seguirá estando prohibida. Es importante destacar que, en el caso del café, solo se podrá vender café de máquina, sin ningún tipo de preparación adicional en el quiosco.
Limitaciones en el uso del espacio público
Una de las preocupaciones del Ayuntamiento ha sido mantener el orden en el uso del espacio público. Por eso, a pesar de la introducción de nuevos productos, no se permitirá la instalación de mobiliario adicional como mesas, sillas o barras para el consumo de estos productos alrededor del quiosco. Esta medida garantiza que los quioscos sigan siendo puntos de venta ágiles y no se conviertan en pequeñas cafeterías improvisadas.
Horarios más flexibles
Otra de las novedades es la flexibilización de los horarios. Hasta ahora, los quioscos debían abrir al menos ocho horas diarias, generalmente en la franja de 7:00 a 15:00 de lunes a sábado, y de 8:00 a 15:00 los domingos. Con el nuevo pliego, los horarios mínimos se reducen, permitiendo que los quioscos abran de 9:00 a 14:00 todos los días de la semana. Además, los quiosqueros podrán solicitar adaptaciones horarias en función de la ubicación del quiosco y con la aprobación del Ayuntamiento.
Mayor claridad normativa
El nuevo pliego también introduce mayor claridad en aspectos legales que antes no estaban bien definidos. Por ejemplo, ahora se establece un plazo máximo de seis meses para la transmisión de la titularidad del quiosco en caso de fallecimiento del titular. También se define de manera más concreta cuál será el órgano competente en casos de incumplimiento de las normas o en la extinción de concesiones, que recaerá en la Alcaldía o en quien esta delegue.
Estos cambios se suman a los ajustes que ya se hicieron en septiembre de 2022, cuando se autorizó la instalación de cajeros automáticos y buzones de última milla en algunos quioscos, lo que permitió agregar nuevas fuentes de ingresos y servicios útiles para la comunidad.
Una red de quioscos en evolución
Con esta nueva normativa, Barcelona se adapta a las nuevas realidades de los quiosqueros y de los consumidores. La ciudad ha perdido 51 quioscos desde 2018, pero con estas medidas se espera detener esta tendencia y revitalizar el sector. De los 287 quioscos actuales, 253 tienen una adjudicación vigente, mientras que 25 están vacantes y 9 forman parte de un proyecto gestionado por una cooperativa liderada por el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad (IMPD).
Propuesta para incluir café y cajeros automáticos en quioscos de prensa
El Ayuntamiento de Barcelona ha querido dar un paso más allá con esta normativa, no solo protegiendo la figura del quiosquero, sino también utilizando esta red de espacios para ofrecer servicios de utilidad social o de interés ciudadano. Los quioscos tienen un gran potencial para servir como puntos de recogida de mercancías o como estaciones de servicios públicos, una idea que ya se está explorando.
¿Qué significa esto para el futuro de los quioscos?
La modificación del pliego de condiciones no es solo un ajuste puntual, sino una apuesta por el futuro de los quioscos en Barcelona. En un contexto donde el consumo de prensa en papel ha disminuido drásticamente, permitir la venta de nuevos productos y flexibilizar las condiciones de operación es una respuesta necesaria para garantizar que los quioscos sigan siendo un componente vital de la ciudad.
Además, este cambio permite a los quioscos convertirse en espacios más versátiles, donde el barrio puede seguir encontrando un punto de referencia, pero ahora con una oferta ampliada y adaptada a las nuevas demandas del mercado. Esta reforma es un paso importante para mantener vivos los quioscos en una ciudad que está en constante evolución.
Un compromiso con el comercio de proximidad
El modelo de los quioscos es también una parte importante del comercio de proximidad en Barcelona. Con esta nueva normativa, se pretende apoyar a los pequeños empresarios que han estado al frente de estos negocios durante años, ayudándoles a superar los desafíos que han surgido con el tiempo. Al permitir la diversificación de productos y servicios, los quioscos tienen la oportunidad de recuperar su relevancia en la vida diaria de los barceloneses.
Aprobación preliminar de la normativa sobre quioscos, que amplía la variedad de productos disponibles
Este es un ejemplo más de cómo Barcelona está adaptando su infraestructura y su normativa a los nuevos tiempos, siempre con un ojo puesto en la sostenibilidad y en la mejora de la calidad de vida de sus habitantes. Los quioscos, que en otros tiempos fueron el principal punto de venta de prensa, ahora podrán evolucionar para ofrecer más servicios a los ciudadanos sin perder su esencia.