En una medida del Ayuntamiento de Barcelona, se tomó la decisión de no repoblar las 540 palmeras datileras que están siendo taladas de las calles y parques de la ciudad.
Esta decisión se asocia con la actual sequía que afecta a la región y que ha llevado a restricciones severas en el riego de áreas verdes.
La tala de palmeras se lleva a cabo como resultado de una investigación que surgió después del trágico colapso de una palmera datilera el 3 de agosto de 2024, que causó la muerte de una joven de 20 años en el barrio del Raval.
Sin embargo, según un informe externo, no se pudo establecer una causa precisa para el colapso de la palmera. Ante la imposibilidad de determinar si otras palmeras de la misma especie enfrentarían un destino similar, se decidió talar más de medio millar de ellas de un total de 540.
Este proceso de tala ha dejado una marca visible en las calles y plazas de Barcelona, con numerosos hoyos donde antes se alzaban estas majestuosas palmeras.
El Ayuntamiento de Barcelona decide no repoblar palmeras datileras por sequía
Sin embargo, la espera para la repoblación será más prolongada de lo esperado. El Ayuntamiento de Barcelona ha establecido que no se plantarán nuevas palmeras hasta que finalice el decreto de sequía que prohíbe el riego regular y dificulta el arraigo de nuevas especies.
Esto podría demorar la reposición de estas palmeras durante varios meses, dependiendo de las condiciones climáticas.
Cuando se decida plantar nuevas palmeras, no serán de la misma especie que las que se han talado. En cambio, se optará por especies diferentes, como la Whashingtonia, el cerezo australiano, la butiá, la livistona, el palmito elevado y otras, incluyendo la roystonea y la jubaea, que aún no estaban presentes en la ciudad. La elección entre estas especies dependerá de la disponibilidad en los viveros locales.
Este proceso de tala masiva no significa que todas las palmeras desaparecerán de la ciudad. Algunos ejemplares están catalogados y por lo tanto, protegidos.
Sin embargo, se planea la tala sistemática de todas las palmeras datileras que superen los 10 metros de altura y que estén ubicadas en áreas de riesgo. La seguridad pública es una prioridad.
Sequía y restricciones
El Ayuntamiento de Barcelona se encuentra en una situación complicada debido a la sequía, que ha llevado a restricciones en el riego de áreas verdes.
Aunque esta decisión de no repoblar las palmeras puede parecer drástica, se toma en un esfuerzo por garantizar la seguridad de los ciudadanos y prevenir futuros incidentes como el trágico colapso de una palmera en el Raval.
La espera para ver nuevas palmeras en las calles de Barcelona será larga, pero la seguridad y la conservación del arbolado urbano son prioridades fundamentales en esta medida.