El Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha un ambicioso plan de reforma en el barrio de Can Baró, centrado en los carrers Albert Llanas y Miquel dels Sants Oliver. Esta intervención, que cuenta con un presupuesto total de 2,52 millones de euros, promete cambiar la cara de estas dos calles, con un enfoque en la accesibilidad, la seguridad y la sostenibilidad. El proyecto se financiará parcialmente a través del Pla de Barris de Can Baró, así como con los ingresos provenientes del retorno social del Park Güell. Con una duración prevista de 16 meses, este esfuerzo busca resolver problemas de infraestructura, mejorar la movilidad peatonal y optimizar el espacio público.
Un proyecto necesario para el barrio
El estado actual de las calles Albert Llanas y Miquel dels Sants Oliver no está a la altura de las expectativas de un barrio en crecimiento. Las aceras estrechas dificultan la movilidad, especialmente para personas con movilidad reducida o familias con cochecitos de bebé. Además, el diseño actual no garantiza una circulación segura para peatones ni para vehículos. Estas deficiencias se suman a las redes de servicios obsoletas, como el alcantarillado y el sistema de iluminación pública.
La intervención abarca un total de 5.900 metros cuadrados, lo que representa una gran superficie de mejora dentro del barrio. Las aceras se ampliarán para cumplir con el estándar mínimo de 1,80 metros de ancho, mejorando así la accesibilidad. Esta ampliación será posible, entre otras cosas, gracias a la reducción de espacios destinados al estacionamiento de vehículos. Actualmente, hay un total de 57 plazas de aparcamiento para coches y 49 para motos, pero tras la reforma, quedarán disponibles 22 plazas para coches y 68 para motos. Esto refleja un claro esfuerzo por priorizar la movilidad peatonal sin descuidar las necesidades de los residentes.
Seguridad y accesibilidad como prioridades
Uno de los elementos más destacables del proyecto es el esfuerzo por incrementar la seguridad vial, sobre todo en los puntos cercanos a zonas escolares. Por ejemplo, en el tramo del carrer Miquel dels Sants Oliver, entre Anna Maria Matute y Albert Llanas, se implementará una plataforma única que mejorará la seguridad de los peatones, especialmente a la salida de la escola bressol. En esta zona, se establecerá un límite de velocidad de 10 km/h, garantizando un entorno más seguro tanto para los niños como para los vecinos.
Además, se instalarán pasos de peatones elevados en la calle Albert Llanas para reducir la velocidad de los vehículos. Esta medida busca hacer la calle más segura, dando prioridad a los peatones y reduciendo el riesgo de accidentes. En un barrio donde la morfología dificulta una circulación fluida, este tipo de intervenciones es fundamental para garantizar una convivencia armónica entre vehículos y peatones.
Mejoras en la infraestructura: más allá de las aceras
El proyecto no solo se enfoca en la ampliación de aceras y la mejora de la movilidad, sino que también incluye una renovación completa de la infraestructura subterránea y de servicios. Se llevará a cabo el soterramiento de los servicios, eliminando los postes y cables aéreos que actualmente afectan la estética del barrio. Esta medida no solo mejora el paisaje urbano, sino que también reduce el riesgo de accidentes eléctricos y de interferencias con la vegetación.
Otra de las prioridades es la rehabilitación de la red de alcantarillado, que será completamente renovada para cumplir con los estándares actuales. De esta forma, se solucionarán problemas históricos relacionados con las inundaciones y la acumulación de residuos en la zona. Asimismo, el sistema de iluminación pública se actualizará, instalando luces más eficientes y sostenibles.
Además, el proyecto incluye la mejora de las barandas y los puntos de protección en las calles, para garantizar la seguridad tanto de peatones como de vehículos en las zonas con mayor pendiente. Se conservará la vegetación existente y se rehabilitarán las pequeñas zonas verdes del entorno, haciendo del barrio un espacio más agradable para sus habitantes.
Un impacto directo en la vida de los vecinos
La reforma de las calles Albert Llanas y Miquel dels Sants Oliver supone un reto logístico y social para el barrio de Can Baró. La duración estimada de las obras es de 16 meses, un periodo considerable en el que la vida diaria de los vecinos se verá afectada. Sin embargo, el regidor del distrito de Horta-Guinardó, Lluís Rabell, ha expresado su confianza en que los beneficios superarán con creces las molestias temporales.
“La reforma integral del carrer Albert Llanas responde a la necesidad de mejorar la accesibilidad, ampliar y hacer más transitables las aceras, y poner al día el alcantarillado y los servicios básicos”, ha comentado Rabell. Además, el regidor ha señalado que el Ayuntamiento es consciente de la importancia de disponer de suficientes plazas de aparcamiento en un barrio con las características morfológicas de Can Baró. En este sentido, Rabell ha asegurado que se está trabajando en una solución que permita, al menos, mantener el número actual de plazas de aparcamiento y mejorar el acceso a las mismas.
Un proyecto pensado para el futuro
El Ayuntamiento de Barcelona, a través de este proyecto, está apostando por una ciudad más accesible y sostenible. La reforma de las calles Albert Llanas y Miquel dels Sants Oliver es solo una parte de un plan más amplio para mejorar la calidad de vida de los residentes de Can Baró. Este enfoque no solo se centra en resolver problemas actuales, sino en anticipar las necesidades futuras de la ciudad.
El uso de fondos del Pla de Barris de Can Baró y del retorno social del Park Güell es un ejemplo claro de cómo las inversiones en turismo pueden beneficiar directamente a los residentes. El 0,9 millones de euros que provienen de las entradas del Park Güell se reinvierten en el propio barrio, lo que genera un círculo virtuoso de desarrollo económico y social.
En definitiva, esta intervención en Can Baró no solo mejorará la movilidad y seguridad en las calles Albert Llanas y Miquel dels Sants Oliver, sino que también contribuirá a la renovación urbana de un barrio con gran potencial. Las mejoras en la infraestructura, la ampliación de aceras y la modernización de los servicios crearán un espacio público más habitable, seguro y estéticamente agradable para todos los que viven y transitan por la zona.