El título del mejor «pa de pagès» de Cataluña lo han ganado con méritos Montserrat Forners, ubicado en el barrio del Guinardó de Barcelona en Castillejos, 366. Este establecimiento se ha convertido en un referente cuando se trata de pan de calidad y no es la primera vez que obtiene este prestigioso reconocimiento.
Montserrat Forners ya obtuvo el galardón en el año 2017 y en 2022, ha demostrado una vez más su maestría en la panadería tradicional catalana.
Dirigido por Miquel Guich, este horno se ha destacado en el mundo de la panadería por su compromiso con la calidad y la tradición. En un concurso basado en cata a ciegas, Montserrat Forners logró superar a sus competidores y llevarse a casa un premio de 2.000 euros.
Además de ser reconocidos por su «pa de pagès», en años anteriores, también se hicieron con el premio al mejor pan de Sant Jordi, otra celebración emblemática de Cataluña.
El «pa de pagès» es un tesoro gastronómico de Cataluña, un pan rústico y robusto que encarna la esencia de la región. Marcado por una Indicación Geográfica Protegida (IGP), este pan se caracteriza por su larga fermentación y su horneado en hornos de solera refractaria, es decir, sin fuego directo.
Cualquier catalán sabe que el mejor «pa amb tomàquet» se hace con una buena rebanada de pan de payés, que absorbe perfectamente la humedad del tomate y realza los sabores salados de los embutidos.
El concurso para determinar el mejor «pa de pagès» de Cataluña, organizado por la Indicació Geogràfica Protegida, destaca la excelencia de la panadería catalana y subraya la importancia de preservar las tradiciones culinarias locales.
Otros establecimientos de Barcelona, como el Forn Pastisseria Gil y el Forn Mistral, también han sido elogiados en este concurso por su compromiso con la calidad y la autenticidad en la elaboración del pan de payés.
Montserrat Forners ha demostrado una vez más que la tradición y la dedicación pueden resultar en la creación del mejor «pa de pagès» de Cataluña.
El «pa de pagès» no es solo un pan, es un patrimonio cultural e intangible de Cataluña. Es en un elemento esencial de la mesa catalana y es una pieza clave en platos tradicionales como el «pa amb tomàquet.»