El Zoo de Barcelona se encuentra de luto tras la pérdida de uno de sus miembros más queridos: Xebo, un gorila de llanura occidental que, a sus 39 años, dejó una huella imborrable en la institución y en el corazón de quienes lo conocieron.
Su partida ha puesto de manifiesto la importancia de la conservación de especies en peligro crítico de extinción, como los gorilas occidentales y ha generado reflexiones sobre el impacto de la actividad humana en su hábitat natural.
Xebo llegó al Zoo de Barcelona en 1996, procedente del Zoo de Rotterdam, como parte del programa de conservación «ex situ» de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA). Desde entonces, pasó 27 años en la institución, convirtiéndose en un símbolo de la lucha por la preservación de su especie.
Durante su tiempo en el zoológico, Xebo compartió su vida con varias parejas, sus hijos y una nieta, demostrando un carácter acogedor, protector y juguetón que lo convirtió en un líder entre los gorilas del recinto.
Muere Xebo en el Zoo de Barcelona
La muerte de Xebo ha puesto de relieve la situación crítica en la que se encuentra la especie de gorilas occidentales.
Según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), estos majestuosos primates están en peligro crítico de extinción debido a la destrucción de su hábitat natural, la caza furtiva, el tráfico ilegal y la actividad humana en general.
Con menos de 100,000 ejemplares estimados en la naturaleza, los gorilas occidentales enfrentan una batalla por su supervivencia en un mundo cada vez más dominado por la presencia humana.
El papel de los zoológicos y los programas de conservación «ex situ» se vuelve crucial en este contexto. Instituciones como el Zoo de Barcelona desempeñan un papel fundamental en la concientización pública sobre la importancia de la conservación de especies en peligro de extinción y en la investigación destinada a proteger su hábitat natural.
La participación en programas internacionales, como el EEP de la EAZA, permite a los zoológicos contribuir activamente a la preservación de especies como los gorilas occidentales y trabajar en colaboración con otras instituciones para garantizar su supervivencia a largo plazo.
Su legado
La muerte de Xebo también nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y el impacto de nuestras acciones en el mundo que compartimos con otras especies.
La pérdida de un gorila como Xebo no solo es una tragedia para el Zoo de Barcelona, sino también un recordatorio de nuestra responsabilidad colectiva de preservar la diversidad biológica de nuestro planeta.
Cada vida perdida es una llamada de atención sobre la urgencia de tomar medidas para mitigar los efectos del cambio climático y la deforestación que amenazan la supervivencia de especies en todo el mundo.