En Barcelona se han puesto en marcha cuatro nuevos radares de control de velocidad en diferentes puntos cruciales de la circulación vial de la ciudad.
Son los primeros de este sistema y vigilarán que los coches no excedan la velocidad máxima permitida que es de 60km/h en el Túnel de la Rovira, el Túnel de Badal y la Ronda Litoral (a la altura del Moll de la Fusta). En Glòries es de 50 km/h.
Esta red de radares instalados en el interior de la ciudad hace parte de un sistema que realiza el control automático de excesos de velocidad.
Esta medida es uno de los objetivos del Plan de Movilidad Urbana, PMU 2024 y el Plan Local de Seguridad Vial 2019-2022.
Durante los dos primeros meses de funcionamiento, se enviarán sólo avisos a los conductores. Pero a partir de agosto próximo comenzarán las sanciones y multas.
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Los nuevos radares de control de velocidad
Con la instalación de nuevos radares y otros más en la ciudad, el Ayuntamiento busca reducir los accidentes.
El objetivo es atacar dos frentes: por un lado la concienciación y la sensibilización de la ciudadanía. Por el otro, aplicar medidas concretas que incidan y disminuyan las conductas de riesgo, la accidentalidad y los siniestros viales.
También se comenzó la instalación de 17 radares de punto previstos. Doce de ellos están situados principalmente en entornos escolares limitados a circular a máximo 30 kilómetros por hora. Los otros cinco en diferentes puntos.
Se prevé que entren en funcionamiento a partir de septiembre 2022 (fase informativa). En 2023 será la fase de multas y sanciones.
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