Barcelona es mucho más que un gran ciudad. Y apenas salimos un poco de la agetreada vida de la ciudad nos podemos encontrar con un sinfín de lugares mágicos, con espacios naturales con mucho encanto, con rincones que también merece la pena descubrir… Hoy nos vamos hasta el pantano de Vallvidrera.
Iremos dirección norte, porque es allí, al norte de Barcelona, en el bosque de Collserola, donde se encuentra escondido el pantano de Vallvidrera.
Fue en 1864 cuando se inauguró este embalse hoy considerado una auténtica obra de la ingeniería hidráulica del siglo XIX. Y el motivo de su creación obedecía la intención de abastecer de agua el antiguo municipio de Sarrià a través de la Mina de Grott.
A día de hoy el embarse se encuentra abandonado y dejado a la mano de la naturaleza, que lo ha cubierto de una frondosa vegetación. Algunos carteles por allí instalados indican cada una de las especies vegetales que han crecido de forma natural en el pantano.
Para disfrutar de un día tranquilo alejados del estrés y el caótico ritmo de la ciudad, una visita al pantano de Vallvidrera es una gran opción.
Cómo llegar al pantano de Vallvidrera:
Se puede llegar hasta el pantano por varios lugares, aunque quizá la mejor opción es apostar por el ferrocarril en dirección a Terrasa o Sabadell y quedarse en el Baxiador de Valvidrera. Al otro lado de la carretera se encuentra el ‘Camí del pantà’. A partir de ahí las indicaciones en el camino llevan facilmente hasta el pantano.