Uno de los símbolos de la Barcelona del siglo XXI fue sin duda alguna el cine Imax del Port Vell, que fue construido en el Muelle de España del Port Vell.
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Una construcción de ocho plantas con una estructura tipo anfiteatro romano, en forma de hexágono. Se distingue por tener una inclinación que permite a cualquier espectador tener una vista perfecta desde cualquier zona.
Por su altura (27 metros), contaba con tres pantallas de proyección (tres sistemas de proyección en pantalla plana de 600 metros cuadrados).
También tuvo el Omnimax, que proyectó la película sobre una pantalla semiesférica con ángulo de 180 grados (como los planetarios). Los espectadores deben usar gafas especiales para ver las proyecciones .
Era el primer cine Imax del mundo capaz de integrar en una sola sala tres tipos de proyección que eran la novedad del momento. Y fue inaugurado en febrero de 1995.
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¿Qué sucedió con el Imax del Port Vell?
Con el pasar de los años y a raíz de la crisis en el sector cinematográfico, el monumental cine terminó en el ostracismo. Para 2014 se anunció el cierre inminente ante el desinterés del público por ver cine y la desaparición de la piratería en el país. Así que, quedó abandonado.
Ahora el Imax de Barcelona solo puede usarse para fines recreativos. Sin embargo, la decisión final está en manos del Ayuntamiento y del Port de Barcelona que tiene la concesión del edificio hasta marzo de 2024.
A inicios de 2022 el Liceu anunció que abrirá una segunda sede en el solar que dejará libre el Imax del Port Vell.
