Quimet d’Horta: Más de cien años con los mejores bocadillos en Horta

En el corazón del histórico barrio de Horta en Barcelona, se encuentra uno de los locales más icónicos de la ciudad: Quimet d’Horta. Fundado en 1927, este bar a lo largo de los años, se ha consolidado como un referente culinario, especialmente por sus famosos bocadillos. Estos han conquistado tanto a los vecinos de Horta como a visitantes de toda Barcelona y más allá.

Los inicios de Quimet d’Horta

Quimet d’Horta abrió sus puertas en los años 20 del siglo pasado, en una época en la que el barrio de Horta estaba todavía en transformación de zona agrícola a residencial. El fundador, Quimet Carlús y su esposa Rosita Not, establecieron un pequeño bar que rápidamente se convirtió en el lugar de encuentro del vecindario. Lo que comenzó como una taberna sencilla, donde los trabajadores locales se reunían para tomar una copa y conversar, poco a poco fue ganando fama por la calidad de su cocina casera. También fue conocido como el bar del loro, por la presencia del loro Juanito, que cantaba y hablaba en la entrada del local.

Los años pasaron, y el bar se fue transformando en un espacio emblemático de la vida social del barrio. Quimet d’Horta no solo sobrevivió a los cambios en la ciudad, sino que se adaptó a ellos manteniendo siempre su esencia unida a la tradición.

Los famosos bocadillos

Lo que realmente ha hecho destacar a Quimet d’Horta son sus bocadillos, una especialidad que ha permanecido en el corazón de su menú durante décadas. La sencillez y la calidad de los ingredientes son clave para el éxito de sus bocadillos, que destacan por su sabor y la generosidad de sus porciones.

El bocadillo de jamón ibérico es uno de los más icónicos del menú. Preparado con un pan crujiente y de corteza fina, generosamente relleno con jamón de la mejor calidad, se ha convertido en el favorito de quienes visitan el local. Otros clásicos son los bocadillos de butifarra y el de tortilla de patatas, que mantienen el sabor casero que caracteriza a Quimet d’Horta.

El éxito de estos bocadillos radica en la dedicación de la familia propietaria por elegir productos frescos y de proximidad. Además, la preparación de cada bocadillo sigue siendo artesanal, lo que garantiza una experiencia única para cada cliente.

Quimet d’Horta: Un bar con historia

Quimet d’Horta ha sabido conservar su esencia a pesar del paso de los años. Las paredes del local están llenas de historia, con fotografías antiguas del barrio de Horta y recuerdos de épocas pasadas. Este ambiente acogedor, sumado a la atención cercana y personalizada, hace que cada visita al bar sea como retroceder en el tiempo a una Barcelona de antaño.

 

Este local es una joya para los amantes de los bares de barrio tradicionales que buscan autenticidad y un ambiente familiar. La atmósfera tranquila y cálida ha hecho que Quimet d’Horta sea un espacio de encuentro tanto para generaciones de vecinos como para visitantes que buscan conocer una parte del verdadero espíritu de la ciudad.

Un lugar de referencia en Horta

Quimet d’Horta no solo es un lugar donde comer bien, sino que también es un punto de referencia en el barrio. A lo largo de los años, ha visto pasar generaciones de clientes, desde aquellos que venían cuando eran niños con sus padres, hasta quienes lo visitan hoy con sus propios hijos.

El bar es también un reflejo del espíritu comunitario que caracteriza al barrio de Horta. Aquí, los vecinos se sienten como en casa, y es común ver a los mismos clientes semana tras semana, lo que refuerza el carácter familiar del lugar.

Con más de cien años de historia, Quimet d’Horta sigue siendo uno de los referentes gastronómicos más emblemáticos de Barcelona. La dedicación de los dueños por mantener viva la tradición del bar y seguir ofreciendo a sus clientes lo mejor en calidad y servicio garantiza que este icónico local continuará siendo un punto de encuentro para futuras generaciones.

En un mundo donde los locales históricos muchas veces desaparecen para dar paso a negocios más modernos, Quimet d’Horta sigue siendo un baluarte de la tradición barcelonesa. Su capacidad para combinar lo mejor de la cocina tradicional con un ambiente acogedor asegura que seguirá siendo uno de los bares favoritos de la ciudad por muchos años más.

Imagen cortesía de https://www.quimethorta.com, a quien pertenecen todos los derechos