Se buscan soluciones para la convivencia vial en medio de la huelga de Bicing

Imatge dels treballadors de Bicing durant la protesta davant de l Ajuntament de Barcelona el 12 de juliol de 2017 Horitzontal Neus Toro ACN

Mientras Barcelona enfrenta el cuarto día de la huelga indefinida de Bicing, la ciudad busca soluciones para mejorar la convivencia entre bicicletas, patinetes y peatones en zonas de conflicto. 

La huelga ha generado un impacto significativo en el servicio de Bicing, con la mayoría de la plantilla participando en la protesta, lo que ha afectado la redistribución de bicicletas y ha dejado sin servicio a los mecánicos.

Los trabajadores de Bicing exigen un aumento salarial de 1.500 euros por empleado y año, mientras que la propuesta de la empresa concesionaria, Pedalem, se queda a la mitad de esta cifra. 

La huelga, convocada por la negativa de la compañía a aplicar el incremento salarial propuesto, ha llevado a la paralización de la mayoría de las operaciones del servicio. Según fuentes sindicales, alrededor de 1.500 bicicletas están actualmente averiadas en estaciones o talleres.

La empresa Pedalem, por su parte, ha afirmado que 37 estaciones han sido vandalizadas y están fuera de servicio. Este conflicto ha desencadenado una guerra psicológica entre los empleados y la empresa, sin un claro horizonte para el reinicio de las negociaciones. 

El sindicato mayoritario en el comité de empresa, la CGT, está dispuesto a sentarse nuevamente con la empresa, pero hasta ahora, no se ha programado ninguna reunión.

Buscando la convivencia vial en medio de la huelga de Bicing

Por su parte, el El Departamento de Trabajo que intentó evitar la huelga hasta el último momento, aún no ha citado a las partes para reanudar las conversaciones. El consistorio, en situaciones como esta, suele delegar la negociación en la empresa concesionaria, lo que añade una capa adicional de complejidad a las conversaciones.

La concejala socialista, Laia Bonet, ha descartado por el momento su intervención directa en el conflicto. «Esperamos que se retomen las negociaciones lo más pronto posible», mencionó Bonet el pasado martes. 

Mientras tanto, la ciudad experimenta una falta de servicios de Bicing, con bicicletas inoperativas acumulándose en estaciones y talleres.

Estadísticas del servicio de Bicing en Barcelona

El servicio de Bicing en la ciudad cuenta con una flota total de 7.000 bicicletas, de las cuales 4.000 son eléctricas y 3.000 son mecánicas. La ciudad busca resolver tanto las demandas laborales como mejorar la movilidad en las calles, promoviendo una convivencia armoniosa entre bicicletas, patinetes y peatones en zonas donde históricamente ha habido conflictos.

Bicing ha transformado la movilidad en Barcelona, ofreciendo un sistema eficiente de bicicletas compartidas para residentes urbanos. Este servicio, que abarca tanto bicicletas mecánicas como eléctricas, se destaca por su simplicidad y sostenibilidad, proporcionando una alternativa libre de emisiones y ruido para los desplazamientos diarios en la ciudad.

A diferencia de los sistemas de alquiler turístico, Bicing se enfoca en ser un medio de transporte diario y complemento al transporte público convencional. Su objetivo es facilitar viajes cortos dentro de la ciudad, fomentando un estilo de vida urbano más verde y activo.