Barcelona sigue avanzando en la lucha contra el cambio climático y el calor extremo. En esta ocasión, el Ayuntamiento ha anunciado la instalación de sistemas de sombra en 34 nuevas áreas de juego en la ciudad. Este proyecto, parte del Programa d’Espais de Proximitat i Interiors, tiene como objetivo hacer los parques más confortables y seguros para los niños, protegiéndolos de la radiación solar.
54 áreas de juego contarán con sombras el próximo verano
La instalación de estos sistemas de sombra no es nueva. Con esta nueva licitación, que cuenta con un presupuesto de 2.275.000 euros, un total de 54 parques en Barcelona estarán equipados con sombras para el verano próximo. Estos dispositivos, tendales tensados y removibles, se instalan en las zonas de mayor radiación solar, detectadas tras una evaluación exhaustiva.
Este proyecto no solo busca hacer más agradables las áreas de juego, sino también reducir la exposición de los niños, que son uno de los grupos más vulnerables ante el calor extremo. La adaptación de la ciudad al cambio climático es una prioridad, y la instalación de sombras es solo uno de los pasos para alcanzar este objetivo.
Zonas prioritarias: dónde se instalarán las nuevas sombras
Las áreas de juego seleccionadas para esta licitación se encuentran en diferentes distritos de Barcelona, con criterios como la exposición solar y la imposibilidad de plantar árboles. Algunos de los parques que se beneficiarán de este sistema de sombra son los Jardins de Menéndez y Pelayo en Gràcia, los Jardins de les Tres Xemeneies en Sants-Montjuïc, o el Parc del Maresme en Sant Martí, entre otros.
El Eixample, Les Corts, Gràcia, Sants-Montjuïc, Horta-Guinardó, Nou Barris, Sant Andreu y Sant Martí son los distritos donde se colocarán las nuevas sombras. En cada una de estas áreas, se han detectado necesidades específicas de sombra debido a la alta radiación solar en ciertas horas del día, lo que las convierte en zonas prioritarias para la instalación de estos dispositivos.
Urbanismo climático: una ciudad adaptada a los nuevos retos
Este proyecto de instalación de sombras no es un esfuerzo aislado. Forma parte del Plan Clima de Barcelona, una iniciativa que busca preparar la ciudad para los desafíos climáticos que ya están afectando a la población. Con este plan, se busca paliar los efectos del cambio climático, como el aumento de las olas de calor, cada vez más frecuentes en las ciudades.
Las sombras urbanas no solo aportan confort térmico, sino que también contribuyen a reducir el consumo energético en los edificios al disminuir la radiación solar directa. Además, facilitan que las personas puedan utilizar los espacios públicos durante todo el año, incluso en los días más calurosos, lo que mejora la calidad de vida de los ciudadanos.
La importancia de los espacios con sombra en una ciudad cada vez más cálida
Barcelona ya cuenta con amplias zonas verdes que aportan sombra natural. Sin embargo, esto no es suficiente para hacer frente a las olas de calor. Por ello, el Ayuntamiento ha llevado a cabo un exhaustivo trabajo de evaluación para identificar las áreas más expuestas a la radiación solar y determinar dónde es más urgente actuar. El mapa de vulnerabilidad de la ciudad ha sido clave en este proceso, considerando factores como la densidad de vegetación, el número de personas mayores de 75 años y el nivel socioeconómico de las zonas.
Asimismo, se han tenido en cuenta otros criterios, como la cercanía a escuelas, residencias, centros sanitarios y deportivos, identificando aquellas zonas donde la protección solar es más necesaria. Estos análisis permiten no solo mejorar el confort térmico, sino también reducir el impacto de la isla de calor urbana, un fenómeno que exacerba las altas temperaturas en las zonas densamente pobladas.
Un paso más hacia una ciudad más sostenible y habitable
Con la instalación de estas sombras, Barcelona se posiciona como una ciudad resiliente frente a los retos climáticos. No solo se trata de mejorar el confort de los parques, sino de hacer que los espacios públicos sean más habitables y sostenibles. Este proyecto es una continuación de las acciones que la ciudad ya ha puesto en marcha para reducir las emisiones de carbono, fomentar la movilidad sostenible y promover un urbanismo más amigable con el medio ambiente.
En definitiva, estas sombras no solo mejorarán la vida de los más pequeños, sino que también contribuirán a hacer de Barcelona una ciudad más sostenible y preparada para afrontar las altas temperaturas que, desafortunadamente, seguirán aumentando en los próximos años. Proteger a los más vulnerables del calor es una prioridad, y esta medida es solo una de las muchas acciones que se están llevando a cabo para lograrlo.