Con la llegada del verano, el Zoo de Barcelona se enfrenta a uno de sus mayores desafíos: garantizar el bienestar de sus animales en medio de las altas temperaturas. Como parte de sus medidas excepcionales, el zoológico ha desarrollado una serie de estrategias innovadoras que no solo contribuyen al confort de los animales, sino que también reflejan un compromiso con la sostenibilidad ambiental. Entre estas medidas destacan la creación de helados especiales para los animales y la implementación de soluciones para reducir y reutilizar el agua, demostrando que el zoo está decidido a hacer frente al calor de manera efectiva y responsable.
Helados personalizados para cada especie del Zoo de Barcelona
Cuando pensamos en helados, probablemente imaginamos sabores dulces como chocolate o vainilla, pero en el Zoo de Barcelona, los helados para animales son una mezcla cuidadosamente diseñada de ingredientes que varían según las necesidades y preferencias de cada especie. Estos helados se preparan añadiendo agua a la comida diaria de los animales y luego se congelan, creando un refrescante manjar que ayuda a combatir el calor.
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Los primates son uno de los grupos de animales que más disfrutan de estos helados. Los cuidadores del zoo han observado cómo estos animales se muestran especialmente entusiastas cuando se trata de recibir sus helados, a menudo llamando la atención con ruidos o incluso lanzando agua para captar la atención de los encargados. En algunas ocasiones, los primates logran atrapar los helados al vuelo, devorándolos rápidamente, a menudo en parejas, demostrando así lo mucho que aprecian este refrescante tentempié.
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Pero no solo los primates disfrutan de este alivio helado. El zoo ofrece una variedad de helados adaptados a las preferencias alimenticias de otras especies. Por ejemplo, algunos helados están hechos a base de sopa, zumo o incluso gusanos, ingredientes que, aunque puedan parecer poco apetecibles para los humanos, son una delicia para ciertos animales del zoo.
Manguerazos refrescantes y otras medidas de enfriamiento
Además de los helados, el zoo ha implementado otras medidas para asegurar que sus habitantes se mantengan frescos durante los días más calurosos. Las elefantas del zoo, por ejemplo, disfrutan de refrescantes manguerazos de agua. Este simple, pero efectivo método no solo las ayuda a enfriarse, sino que también les proporciona una fuente adicional de hidratación. Aunque no todas las elefantas se acercan a recibir el agua, las que lo hacen lo agradecen enormemente, abriendo la boca para beber directamente del chorro.
Además de los manguerazos, el zoo ha tomado medidas adicionales para asegurar el confort de sus animales durante el verano. Esto incluye la renovación constante de los abrevaderos para mantener el agua fresca, así como usar ventiladores en las estancias de los felinos y osos. Estas medidas no solo ayudan a los animales a sobrellevar el calor, sino que también previenen problemas de salud relacionados con las altas temperaturas.
Compromiso del Zoo de Barcelona con la sostenibilidad hídrica
El manejo del agua es un tema crítico en el Zoo de Barcelona, especialmente en un contexto de creciente preocupación por la sequía. Las restricciones impuestas por la sequía han obligado al zoológico a adoptar nuevas prácticas para reducir su consumo de agua sin comprometer el bienestar de los animales. Desde 2018, el zoo ha logrado reducir su consumo de agua de 1.500 metros cúbicos a 900 metros cúbicos, un logro significativo que refleja su compromiso con la sostenibilidad.
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Una de las principales estrategias ha sido limitar el uso del agua a través de una sola acometida en funcionamiento, lo que obliga a los cuidadores a trabajar con condiciones de presión diferentes. Además, gracias a la colaboración con Parques y Jardines de Barcelona, el zoo ha podido regar sus zonas verdes utilizando agua freática almacenada en un depósito especial.
Un proyecto innovador para el futuro
Mirando hacia el futuro, el Zoo de Barcelona tiene previsto poner en marcha una planta piloto para reaprovechar el agua utilizada en la limpieza del recinto. Este proyecto, que se espera esté operativo para el próximo verano, permitirá reutilizar el agua para riego y para rellenar las balsas naturalizadas dentro del zoo. El proyecto cuenta con un presupuesto de 2,7 millones de euros, financiados por la Unión Europea a través del programa Life, y tiene como objetivo principal sensibilizar al público sobre la importancia de las zonas húmedas como nodos de biodiversidad.
Esta planta piloto no solo servirá para reutilizar el agua de manera eficiente, sino que también creará una nueva zona húmeda en la parte norte del zoológico. Los visitantes podrán observar de primera mano cómo funciona este sistema, lo que proporcionará una oportunidad educativa única para aprender sobre la conservación del agua y la importancia de las zonas húmedas en el ecosistema. Según Sito Alarcón, director del Zoo de Barcelona, el proyecto tiene un doble propósito: concienciar sobre la importancia de las zonas húmedas y mostrar cómo estas áreas pueden filtrar, depurar y almacenar agua, contribuyendo así a la sostenibilidad del recinto.