Barcelona ha decidido poner fin a la presencia de patinetes eléctricos compartidos en sus calles, una medida que ha tardado años en concretarse. Las razones detrás de esta decisión son múltiples, te contamos las principales:
Desorden en el espacio público
Uno de los principales argumentos del gobierno de Barcelona es el desorden que los patinetes compartidos generan en el espacio público. Estos vehículos a menudo son estacionados en aceras y plazas, creando una situación caótica. La concejal de Movilidad, Laia Bonet, explicó que esta situación altera la ordenación del espacio público, un problema que la administración local busca solucionar.
Seguridad vial
Otro punto destacado es el riesgo para la seguridad vial. Cualquier persona, sin experiencia en tráfico urbano, puede alquilar y circular con un patinete eléctrico compartido. Esto podría poner en peligro tanto a los usuarios de los patinetes como a peatones y conductores.
Aunque esto es una preocupación legítima, existen regulaciones nacionales y tecnología para controlar y rastrear estos vehículos, lo que podría minimizar los riesgos.
Barcelona prohíbe patinetes eléctricos compartidos
El cierre de Barcelona a los patinetes eléctricos compartidos no es una decisión aislada, ya que la regulación de estos servicios ha sido un tema en discusión durante varios años. La ciudad aún permitirá el uso de patinetes privados, pero la oferta de vehículos de movilidad personal compartidos se ha detenido.
La medida también incluye la prohibición de llevar patinetes en el transporte público, con multas de hasta 200 euros. Sin embargo, se espera que esta prohibición se relaje en noviembre.
A pesar de la restricción en los patinetes eléctricos compartidos, Barcelona continúa ofreciendo opciones de movilidad compartida, como el programa de bicicletas municipales Bicing y la nueva iniciativa de bicicletas eléctricas AMBici, que se extiende a lo largo de 15 localidades metropolitanas alrededor de la ciudad.
Un desafío de movilidad
La prohibición de patinetes eléctricos compartidos en Barcelona es un ejemplo de cómo las ciudades están lidiando con los desafíos de la movilidad compartida y la integración de nuevas tecnologías en el espacio público.
El debate sobre los patinetes eléctricos en las ciudades probablemente continuará, ya que las autoridades buscan equilibrar la comodidad de estos vehículos con la seguridad y la gestión adecuada del espacio público.
Smou: una App para facilitar el uso del Bicing en Barcelona
La aplicación Smou es otra forma de ayudar con la movilidad en la ciudad, ya que ayuda a los usuarios de Bicing en Barcelona. Gracias a ella, los ciclistas pueden saber con anticipación si en una estación específica hay bicicletas disponibles o anclajes libres.
Barcelona es y seguirá siendo una urbe con problemas de atascos y exceso de tráfico. Por ello, muchas personas prefieren usar la bici o transporte tipo patineta para desplazarse con mayor rapidez y tranquilidad.