Barcelona y Cataluña tienen en la mira un ambicioso plan para convertirse en el epicentro de eventos deportivos internacionales de gran envergadura.
El presidente del Consejo Superior de Deportes, Víctor Francos, anunció recientemente la intención del Gobierno de llevar a cabo una segunda Copa América, el Mundial de Atletismo en 2029.
También el Mundial de Rugby en 2031 o 2035, la Ryder Cup en 2031 (con aspiración de que Girona sea la sede), y una sede compartida del Mundial de Fútbol 2030 junto a Portugal y Marruecos.
En un coloquio organizado por el Círculo Ecuestre, Francos destacó el compromiso sin precedentes del Estado al destinar una inversión de 23 millones de euros para la 37ª edición de la Copa América, programada entre agosto y octubre de 2024.
Señaló que este evento es solo el comienzo de una serie de iniciativas destinadas a consolidar la presencia de Barcelona y Cataluña en el mapa mundial del deporte.
Cataluña busca consolidarse como epicentro de eventos deportivos internacionales
El Team New Zealand, organizador de la Copa América, ha manifestado su interés en que Barcelona sea nuevamente la sede si ganan la regata en el próximo año.
Francos destacó la voluntad firme del equipo y mencionó que «la reputación y la imagen que les hemos dado es lo suficientemente buena para que tengan la idea de quedarse aquí».
Ante la posibilidad de que otro equipo se lleve la victoria en la Copa América del próximo año, Francos bromeó al preguntar, «Gane quien gane, ¿cómo se van a querer ir de Barcelona?», resaltando el atractivo de la ciudad como anfitriona de eventos deportivos de renombre.
En relación al Mundial de Fútbol 2030, el presidente del CSD instó al ayuntamiento de Barcelona y a la Generalitat a comprometerse firmemente para asegurar que Cataluña y Barcelona tengan un papel destacado en este evento internacional.
Subrayó la capacidad y la responsabilidad de estas instituciones para tomar decisiones cruciales en la participación de la región en el torneo.
La Ryder Cup 2031, el Mundial de Atletismo en 2029 y el de Rugby en 2031 o 2035 también están en la agenda de Barcelona y Cataluña. Francos expresó la importancia de trabajar en conjunto para lograr estos objetivos, destacando el interés y la dedicación del Gobierno en consolidar la posición de la región como referente en el mundo deportivo.
¿Y el circuito Montmeló F1?
A pesar de estas perspectivas emocionantes, Francos reconoció que la supervivencia del Gran Premio de Fórmula Uno en el circuito de Montmeló podría estar en peligro por primera vez. La concesión actual termina en 2026 y existe un proyecto en Madrid que compite con Barcelona para albergar la competición.
Francos señaló que la Fórmula Uno es un negocio privado y que la decisión final recae en quién ofrezca la mejor oferta, no solo desde el punto de vista económico.