En un reciente estudio realizado por el portal inmobiliario Idealista, se reveló que Barcelona junto con otras 17 localidades catalanas, no cumplen con los criterios necesarios para ser consideradas zona no tensionada de alquiler.
Este análisis se basó en una serie de factores, incluidos los precios de alquiler publicados por el Ministerio de Vivienda, los ingresos familiares informados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y una estimación del consumo energético proporcionada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Según lo indica el estudio del portal Idealista,la tasa de esfuerzo que se requiere en Barcelona para que las familias alquilen una vivienda es del 27%, es decir, tres puntos por debajo del límite establecido para que se pueda catalogar una zona como tensionada.
Según la legislación vigente, una zona se considera tensionada si la carga media del alquiler, sumada a los gastos y suministros básicos, supera el 30% de los ingresos medios de los hogares, o si el precio de compra o alquiler ha aumentado más de tres puntos por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC) autonómico en los últimos cinco años.
¿Zona no tensionada de alquiler?
Sin embargo, surgen discrepancias cuando se examinan otros datos. Según Idealista, la tasa de esfuerzo para alquilar en Barcelona superó ampliamente el límite del 30%, alcanzando el 47,5% al cierre de 2023.
Además, los precios de alquiler aumentaron un 28,6% en los últimos cinco años, y el IPC en Cataluña alcanzó el 15,74%, superando el umbral requerido. Esto plantea interrogantes sobre la precisión de los criterios utilizados para determinar la tensión del mercado inmobiliario en la región.
Entre los municipios catalanes que también no cumplen con los criterios para ser considerados zonas tensionadas se encuentran Figueres, Valls, Lloret de Mar, Tortosa, Ripoll, Cambrils, Guissona y Balaguer, entre otros.
Esta situación evidencia la complejidad y la falta de consenso en la evaluación de la situación del mercado inmobiliario en diferentes regiones.
Controversia en el sector inmobiliario
La declaración de áreas tensionadas por parte de la Generalitat de Catalunya, respaldada por un índice de precios del alquiler que considera una variedad de variables, ha generado controversia en el sector inmobiliario.
Este índice se actualiza anualmente y afecta a los contratos firmados a partir del 16 de marzo. Aunque no establece un régimen sancionador explícito, permite a los consumidores reportar incumplimientos a la Agència Catalana del Consum.
La cuestión de si Barcelona y otras localidades catalanas deben ser consideradas zonas tensionadas de alquiler sigue siendo objeto de debate.
Los diferentes conjuntos de datos y criterios utilizados para evaluar esta situación subrayan la complejidad del mercado inmobiliario y la necesidad de un enfoque cuidadoso y equilibrado para abordar los desafíos relacionados con la vivienda y el alquiler en la región.