En medio de un año marcado por fluctuantes condiciones climáticas y la constante crisis hídrica en Cataluña, el Gobierno ha autorizado obras para cargar agua desalinizada en barcos desde Sagunto. Esta medida busca preparar al país para posibles emergencias hídricas futuras, pese a que las recientes lluvias han aliviado temporalmente la situación.
Ante la crisis hídrica, Cataluña adopta medidas extremas
Antecedentes y contexto actual por la crisis hídrica
Las lluvias recientes han mejorado notablemente los niveles de agua en los embalses de Cataluña y Andalucía, contrastando con la grave emergencia hídrica experimentada a principios de año. Sin embargo, las autoridades no bajan la guardia.
En particular, Cataluña ha optado por una solución innovadora y temporal: la instalación de una desalinizadora flotante en el puerto de Barcelona. Este proyecto está diseñado para abordar nuevas emergencias si la sequía regresa en otoño o el próximo año.
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Por otro lado, el Gobierno central, a través del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha decidido continuar con los preparativos para trasladar agua en barcos, asegurando que la planta desalinizadora de Sagunto esté conectada con el puerto.
Esta medida, aunque no urgentemente necesaria en la actualidad, se considera una precaución esencial para futuras crisis hídricas.
Obras y financiamiento
Las obras en Sagunto se realizarán por la vía de emergencia y costarán aproximadamente 3,5 millones de euros. Se espera que estén completadas en menos de un mes. La Dirección General de Agua será responsable de seleccionar la empresa encargada de los trabajos, reflejando la urgencia y la importancia del proyecto.
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La adecuación de las conducciones permitirá trasladar agua desde la desalinizadora de Sagunto, actualmente inactiva, hasta el puerto. Esta infraestructura no solo beneficiará a Sagunto sino también permitirá el transporte de agua a otras regiones mediterráneas en caso de necesidad.
Desalinizadora flotante de Barcelona por crisis hídrica
Paralelamente, Cataluña ha decidido instalar una desalinizadora flotante en el puerto de Barcelona, una solución considerada más viable y sostenible a largo plazo.
Esta planta portátil, pendiente de la firma del contrato con Abengoa, es una iniciativa del Departament d’Acció Climàtica para mitigar los efectos de futuras sequías. La capacidad de esta desalinizadora permitirá abastecer de agua a la población de manera más eficiente y rápida en situaciones de emergencia.
Preparativos para futuras emergencias
La autorización de estas obras y la instalación de la desalinizadora flotante reflejan un enfoque proactivo y preventivo por parte de las autoridades. El Gobierno es consciente de que, aunque la situación actual no sea crítica, el cambio climático y las fluctuaciones en los patrones de precipitación hacen que las crisis hídricas sean cada vez más frecuentes e impredecibles.
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En Cataluña, muchas cuencas internas están en fase de excepcionalidad, el último paso antes de declarar una emergencia hídrica. Estas condiciones requieren una infraestructura adecuada para enfrentar posibles crisis.