En el entorno urbano de Barcelona hay una arteria que se destaca por su longitud y su importancia como vía de tránsito y actividad comercial. Se trata de la Gran Via de Les Corts Catalanes, una calle que se extiende a lo largo de 13 kilómetros y que atraviesa la ciudad desde el noroeste hasta el sureste, alcanzando incluso poblaciones colindantes como El Prat de Llobregat y Sant Adrià del Besòs.
Este emblemático bulevar no solo es la calle más larga de Barcelona, sino que también ostenta el título de la segunda calle más larga de España.
La Gran Via de Les Corts Catalanes es mucho más que una simple vía de comunicación; es el corazón neurálgico de la Ciudad Condal, donde convergen una gran variedad de actividades empresariales, comerciales y culturales.
A lo largo de su extenso recorrido, se encuentran numerosos establecimientos, oficinas, tiendas y restaurantes que dan vida y dinamismo a esta bulliciosa arteria.
La Gran Via de Les Corts Catalanes
Curiosamente, aunque muchos podrían pensar que la calle más larga de Barcelona es la famosa Avenida Diagonal, la realidad es que esta emblemática avenida ocupa un lugar secundario en la lista de las calles más extensas de la ciudad.
Es la Gran Via de Les Corts Catalanes la que se erige como la indiscutible ganadora en cuanto a longitud se refiere, superando incluso a otras vías importantes como el Carrer de València, el Carrer d’Aragó o la propia Avinguda Diagonal.
El origen de la Gran Via de Les Corts Catalanes se remonta al ambicioso proyecto urbanístico del Eixample, ideado por Ildefons Cerdà en el siglo XIX. Este plan de expansión urbana transformó radicalmente el paisaje urbano de Barcelona, creando un entramado de calles largas y rectilíneas que se extendían hasta donde alcanzaba la vista.
La Gran Via, con sus 13 kilómetros de longitud y sus 689 portales, encarna a la perfección la visión de Cerdà de una ciudad moderna y ordenada.
Cambios a lo largo de la historia
A lo largo de su historia, la Gran Via de Les Corts Catalanes ha experimentado varios cambios de nombre que reflejan los avatares políticos y sociales de la ciudad.
Inicialmente conocida como «Letra N, Número 11» en el plano original del Plan Cerdà, la calle fue rebautizada como «Avenida de las Cortes Catalanas» en 1931, durante la Segunda República.
Sin embargo, con la llegada de la dictadura franquista, el nombre fue cambiado nuevamente por «Avenida de José Antonio Primo de Rivera». Finalmente, tras la transición democrática, recuperó su denominación original como Gran Via de Les Corts Catalanes.
La Gran Via de Les Corts Catalanes es un símbolo de la identidad y el dinamismo de Barcelona, una vía que encierra la historia y la diversidad de una ciudad cosmopolita y vibrante.