Barcelona continúa sorprendiendo a propios y extraños con sus fascinantes descubrimientos arqueológicos. En esta ocasión, las obras de rehabilitación de una finca en la plaza de la Llana han sacado a la luz un tesoro oculto: una fábrica de chocolate del siglo XIX.
Este emocionante hallazgo arroja luz sobre un aspecto poco conocido del pasado de la ciudad y nos transporta a una época en la que el aroma del cacao impregnaba las calles barcelonesas.
Este hallazgo fascinante ha generado un gran interés entre los historiadores y aficionados a la arqueología, ofreciendo una ventana única al pasado industrial de la ciudad.
Gracias al Almanaque de la Exposición Universal de 1888, los arqueólogos pudieron identificar el obrador de la chocolatería mencionado en el documento como «Guardia. Chocolates y pastillaje», coincidiendo con el nombre encontrado en los moldes de plomo recuperados durante las excavaciones.
Esta chocolatería dirigida por Clemente Guardia, era una de las más reconocidas en la Barcelona del siglo XIX. Además, exportaba sus chocolates a los territorios españoles de ultramar.
Los arqueólogos encargados de las excavaciones han recuperado una serie de elementos que nos revelan la existencia de esta antigua chocolatería. Entre ellos, destacan las placas de plomo utilizadas para elaborar las etiquetas de los chocolates, donde se puede apreciar el nombre de la fábrica: Clemente Guardia.
Estos hallazgos nos permiten vislumbrar la importancia y la reputación de esta empresa, que llegó a exportar sus productos a los territorios españoles de ultramar.
La fábrica de chocolate del siglo XIX descubierta en BCN
Gracias al meticuloso trabajo de los expertos, también se han documentado diversos elementos arquitectónicos de la fábrica, así como recipientes de almacenaje y herramientas utilizadas en el proceso de fabricación del chocolate.
Este descubrimiento no solo nos ofrece una visión detallada de la vida y el trabajo en una chocolatería del siglo XIX, sino que también nos permite comprender mejor la historia industrial de Barcelona.
Pero el hallazgo de la fábrica de chocolate no es el único tesoro que ha salido a la luz durante las obras de rehabilitación. Los arqueólogos también han descubierto restos de una casa medieval del siglo XIV, así como elementos arquitectónicos que sugieren la existencia de un palacete gótico propiedad de la Pia Almoina.
Estos hallazgos nos transportan aún más atrás en el tiempo, revelando capas adicionales de la rica historia de la ciudad.
El trabajo de los arqueólogos municipales ha sido fundamental para documentar y preservar estos valiosos restos del pasado. Una vez completadas las excavaciones, los artefactos serán trasladados a las instalaciones del Servicio de Arqueología de Barcelona para su estudio y conservación.
Sin embargo, se está considerando la posibilidad de conservar algunos elementos in situ, permitiendo que los ciudadanos y visitantes puedan contemplar directamente estos vestigios históricos.