El pasillo del metro de Passeig de Gràcia se transforma en una experiencia interactiva única

El proyecto ARS GRACIA lleva arte y tecnología al metro

En el subterráneo bullicioso de Barcelona, el proyecto ARS GRACIA está a punto de revolucionar la forma en que los viajeros experimentan su rutina diaria en el metro. Desarrollado por la plataforma catalana ARTIFÍCIA, esta instalación no solo promete una experiencia sonora y visual, sino que también convierte un tramo del pasillo del metro en un espectáculo interactivo que conecta con los pasajeros a un nivel completamente nuevo. Imagina caminar por el pasillo y sentir cómo cada movimiento se traduce en notas musicales y patrones visuales únicos.

instalación interactiva sonora

La iniciativa es parte de un reto lanzado por el Ayuntamiento de Barcelona y Transporte Metropolitano de Barcelona (TMB), destinado a conmemorar el centenario del metro de la ciudad. Este evento significativo está marcado no solo por la celebración, sino también por un impulso hacia la innovación y la creatividad.

Interacción musical y visual en tiempo real

ARS GRACIA no es una instalación cualquiera. Al unir el mundo digital y analógico, emplea inteligencia artificial para generar música e imágenes en tiempo real basándose en la interacción de las personas con el entorno. Cada viajero se convierte en una nota musical, participando activamente en la creación de un universo sonoro y visual que cambia continuamente.

La tecnología hace posible que los patrones sonoros, visuales y lumínicos se modifiquen con cada paso que dan los usuarios. Imagina que en lugar de escuchar el ruido habitual del metro, cada paso se convierte en parte de una sinfonía colectiva, creando una atmósfera acogedora y dinámica.

Espacio para músicos locales

Una de las características más notables de este proyecto es el espacio dedicado a los músicos locales. Conocido como ARS STAGE, este espacio permite a los miembros de la Asociación de Músicos de la Calle y del Metro de Barcelona (AMUC) presentar sus actuaciones en condiciones óptimas de sonoridad. No se trata sólo de música en vivo; las actuaciones se potenciarán con tecnología visual, ofreciendo a los músicos la oportunidad de conectar aún más profundamente con su audiencia.

Un paso hacia el futuro del transporte público

La primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, expresó su entusiasmo sobre cómo este proyecto transforma el intercambio más largo y conocido del metro en algo más “amable y dinámico”. Es un ejemplo de cómo el arte y la tecnología pueden transformar los espacios públicos en experiencias inmersivas y humanas.

El aporte financiero por parte del Ayuntamiento y TMB, de aproximadamente 50,000 euros más un premio adicional de 3,000 euros, muestra el compromiso en hacer del metro de Barcelona un espacio de innovación. Esta colaboración incluye a empresas, startups, centros de investigación e innovación, universidades, y ha seleccionado ARS GRACIA como ganador entre 52 propuestas.

Valoración y futuro del proyecto

El proyecto se implementará como una prueba piloto de tres meses a partir de noviembre, cubriendo un tramo específico del intercambiador. Durante este período, los organizadores monitorizarán su impacto y el nivel de aceptación entre los usuarios. Previamente, se llevará a cabo una prueba técnica para garantizar que todas las normativas de accesibilidad se cumplan.

Este emprendimiento no solo fomenta la creatividad y el arte en uno de los espacios más concurridos de la ciudad, sino que también podría ser el precursor de un metro de Barcelona más humano y conectado con su entorno urbano. Si todo va bien, no se descarta la posibilidad de expandir esta experiencia a otras estaciones y líneas, convirtiendo al transporte público en un lienzo viviente de arte e interacción.

Con proyectos como ARS GRACIA, Barcelona demuestra que su transporte público no es solo una forma de moverse, sino también una experiencia que transforma y enriquece el día a día de sus habitantes. Mantente atento a esta fantástica integración de arte, tecnología y comunidad, porque promete cambiar para siempre la forma en que experimentamos el mundo subterráneo.