La estación fantasma de Gaudí se convierte en museo

Este fin de semana, Barcelona abre las puertas a uno de sus secretos mejor guardados: la estación fantasma de Gaudí. Con motivo del centenario del metro de la ciudad, 360 afortunados tendrán la oportunidad de explorar este fascinante rincón que ha estado cerrado al público desde 1968. Las visitas guiadas ofrecen un vistazo exclusivo a una parte de la historia subterránea de Barcelona, permitiendo a los visitantes descubrir los misterios de este lugar tan singular.

abre al público por primera vez la estación fantasma de Gaudí

Un paseo por la historia en la estación de Gaudí

La estación de Gaudí, originalmente planificada como la de Sagrada Família, se encuentra entre las estaciones de Sagrada Família y Sant Pau / Dos de Mayo de la línea 5. Su historia se remonta a los años 60, cuando era parte de una ambiciosa extensión de la línea 2 del metro. Sin embargo, las complicaciones que surgieron en su construcción, debido al conflictivo subsuelo de la zona, llevaron a un curioso desenlace.

Finalmente, las autoridades decidieron integrar el tramo ya construido de la línea 2 con la línea 5 existente. Esto dejó a Gaudí y su cercana hermana, Sagrada Família, demasiado próximas para ser prácticas dentro del mismo sistema de metro. Así, Gaudí nunca vio la luz del día, permaneciendo en el anonimato. Hoy, la estación se encuentra a 11,65 metros de profundidad, bajo la avenida Gaudí, decorada con mármol marrón y pavimento gris, un elegante eco de su tiempo.

Explorar lo que hay más allá de las vías

Durante las visitas de este fin de semana, los grupos tendrán la oportunidad de conocer más sobre la rica historia del metro de Barcelona gracias a presentaciones visuales que forman parte del espacio “Crónica de un viaje. Historia de la red de metro de Barcelona”. Esta iniciativa utiliza herramientas digitales para revivir los 100 años de la red, garantizando que los visitantes no solo vean, sino que también aprendan.

A pesar de que los andenes de Gaudí nunca han sido abiertos al público, han servido como escenario para campañas publicitarias e incluso han sido decorados durante la Navidad. Además del paseo por la estación, los visitantes podrán conocer “El Espacio Gaudí”, donde TMB organiza distintas actividades culturales y formativas. Este espacio ha presenciado reuniones y talleres de grupos internacionales interesados en el transporte público, simbolizando el potencial de un espacio que alguna vez quedó en el olvido.

Próximos destinos: la estación fantasma de Correos

La apertura de la estación de Gaudí no es un caso aislado. A partir del 20 de octubre, las visitas se trasladarán a la estación de Correos, operativa entre 1934 y 1972. Aquí, los visitantes deberán caminar por la vía, ya que esta estación carece de acceso directo desde la calle. Estas visitas, destinadas a los aventureros que no temen a la oscuridad, coinciden con madrugadas en las que el metro estará fuera de servicio.

El trayecto a la estación de Correos es otra pieza destacada de las celebraciones del centenario. Forma parte de un programa de visitas gratuitas a varios espacios cerrados de la red del metro, cuyas 5,033 plazas disponibles se agotaron casi de inmediato tras su lanzamiento en septiembre. Con un poco de suerte, se abrirán nuevas oportunidades en las próximas semanas para aquellos que todavía esperan experimentar estos lugares históricos.

Redescubriendo las joyas subterráneas de Barcelona

Además de las estaciones fantasmas, TMB ha planeado un recorrido por otros enclaves ocultos del sistema de metro, entre los que destacan la sala de simuladores de conducción, el Centro de Control de Metro, los talleres de Santa Eulàlia, y la subcentral eléctrica de Mercat Nou. Estos eventos subrayan la importancia del metro en la transformación urbana de Barcelona, brindando a los ciudadanos la oportunidad de reconectar con sus raíces a través de la infraestructura que ha moldeado la ciudad desde hace un siglo.

El redescubrimiento de estas estaciones y otras joyas subterráneas simboliza un esfuerzo por reconectar la historia de Barcelona con sus ciudadanos y visitantes. En el marco del centenario, cada estación, pasillo y andén cuenta una historia que, aunque pueda haberse quedado dormida, está lista para ser compartida una vez más. Esto es mucho más que una serie de simples visitas guiadas; es una celebración de lo que fue y lo que sigue siendo posible.